Reportando al CompaƱero Papa


Reportando al CompaƱero Papa
Por Alejandro Borensztein

16/03/14
El tiempo pasa volando. Parece mentira, pero ya se cumpliĆ³ un aƱo desde aquella histĆ³rica jornada en la que usted fue nombrado Sumo PontĆ­fice. NingĆŗn argentino jamĆ”s la olvidarĆ”, mucho menos los que estĆ”n en el gobierno.
Yo me imagino que usted estĆ” al tanto de todo lo que pasa acĆ”, pero por las dudas le paso las Ćŗltimas novedades.
¿El gobierno? Bien, ahĆ­ andan. Pegando el volantazo para ver si el mundo financiero internacional, al que putearon durante diez aƱos, ahora les tira una anchoa.
En ese sentido, cerraron el acuerdo con YPF. Zannini presentĆ³ los detalles en el Congreso y llorĆ³ cuando recordĆ³ la lucha de algunos sindicalistas petroleros y las convicciones del CompaƱero Jefe.
Muy emotivo. Si quiere ver el video en YouTube ponga “Zannini llanto YPF” y lo va a encontrar. Y ya que estĆ” en YouTube, despuĆ©s ponga “Los Kirchner menemistas y privatizadores” y va a ver quĆ© lindas convicciones tenĆ­an el CompaƱero Jefe y la CompaƱera Jefa en aquella Ć©poca. No se pierda el segmento al minuto cincuenta (1:50). Lo mĆ”s divertido del asunto es que este informe sobre los Kirchner estĆ” hecho por los mismos tipos que hoy forman parte de la falange neofascista de propaganda oficial, pero cuando trabajaban felices en Canal 13. El archivo suele ser implacable para quienes no lo resisten.
¿La oposiciĆ³n? Bien, ahĆ­ andan. Siguen sin asumir el 70% que sacaron. SĆ³lo algĆŗn gestito esporĆ”dico: el CompaƱero Massa que los madrugĆ³ a todos enfrentando el nuevo CĆ³digo Penal, o el CompaƱero Mauri que cada tanto les tira algĆŗn zapatazo cuidadoso, o la CompaƱera Lilita que cada 4 o 5 dĆ­as los desenmascara a todos, pero no mucho mĆ”s que eso. Ni un documento en conjunto, ni un acuerdo programĆ”tico de polĆ­ticas de Estado, ni un compromiso de juzgamiento y Nunca MĆ”s a la corrupciĆ³n y al abuso de poder, ni una reuniĆ³n multipartidaria, ni nada que sirva para nada. Para mĆ­ que esta gente ni siquiera sabe dĆ³nde quedaba el restaurante Nino. AllĆ” van hacia el sillĆ³n de Rivadavia a fuerza de puro marketing. PodrĆ”n ganar una elecciĆ³n, pero sin polĆ­tica no van a construir nada.
¿La pobreza?
Bien, ahĆ­ anda. La Presidenta anunciĆ³ que ya estamos en un 5%. O sea que prĆ”cticamente es un asunto terminado. SĆ³lo quedan unos pocos. El Ćŗnico problema es que serĆ”n muy poquitos pero viven todos enfrente de mi casa, de la de mis amigos, de la de los amigos de mis amigos, de la de los conocidos de los amigos de mis amigos, porque todos coinciden en que estĆ” lleno.
¿Los sindicatos?
Bien, ahĆ­ andan. Haciendo malabares para bancarse a las bases que reclaman por el 30% de inflaciĆ³n. Si quisieran, tienen todo para incendiar la RepĆŗblica, pero por suerte no lo hacen. O el sindicalismo argentino madurĆ³ mucho, o usted los estĆ” llamando todos los dĆ­as a la maƱana para calmarlos. SĆ³lo Dios lo sabe. Y usted, obvio.
¿El conflicto con la Justicia?
Bien, ahĆ­ anda. Se pinchĆ³ el temita aquel de la reforma judicial que el Gobierno impulsĆ³ para llenarla de jueces buenos. Tipo Oyarbide.
Para colmo, justamente esta semana el CompaƱero Juez tuvo un raro percance. SegĆŗn una versiĆ³n disparatada, absurda y maliciosa, el juez mandaba a hacer allanamientos y los policĆ­as exigĆ­an coimas a los damnificados para luego repartirla entre todos (no estĆ” muy claro hasta dĆ³nde llega el concepto de “entre todos”). La cuestiĆ³n es que justo fueron a coimear a un tipo que es amigote de otro que labura para Zannini. Entonces el tipo cazĆ³ el celular y llamĆ³ a la Rosada: “Che macho, acĆ” hay un par de giles que me vienen a pedir una cometa … justo a mĆ­, a papĆ” mono con banana verde … dale, sacĆ”melos de encima que estoy ocupado” . Entonces alguien de la Casa Rosada llamĆ³ a Oyarbide y le pidiĆ³ que suspenda el allanamiento (“che, es un gomĆ­a de la casa … no le cobren, loco”) y el juez suspendiĆ³ todo. Lo mĆ”s genial de la historia es que todos reconocieron todo. Los policĆ­as dijeron que el tipo llamĆ³ a la Rosada delante de ellos, el tipo reconociĆ³ que le pidieron coimas, el juez reconociĆ³ que frenĆ³ el procedimiento porque lo llamaron desde el Gobierno, y el Gobierno no sabe de quĆ© corno disfrazarse. Esta es la versiĆ³n absurda, disparatada y malintencionada que publican los medios hegemĆ³nicos. Las otras versiones no vale la pena que se las cuente porque no se las cree nadie.
¿El campeonato?
Bien, ahĆ­ anda. En el vestuario de Boca, a las trompadas. Y en muchas tribunas tambiĆ©n. Esta vez se estĆ” jugando la Copa RaĆŗl AlfonsĆ­n. A raĆ­z de eso, antes de la transmisiĆ³n de cada partido, se emite un corto en homenaje a Don RaĆŗl. Dura 40 segundos. Los primero 20 son imĆ”genes de cuando asumiĆ³, jurĆ³ y saludĆ³ al pueblo desde el balcĆ³n del Cabildo. Los otros 20 segundos son imĆ”genes de Ɖl y Ella abrazando y besando a Don RaĆŗl cuando inauguraron su busto en la Rosada. O sea que el homenaje que el gobierno le hace a Don RaĆŗl es mitad homenaje a AlfonsĆ­n y mitad homenaje a los Kirchner. Son geniales. Hasta cuando homenajean a otros se homenajean a ellos mismos.
Pasan muchas cosas mĆ”s, pero se me hace larga la nota. Otro dĆ­a le cuento la Ćŗltima de Boudou.
De todos modos, desde aquella noche en la Piazza San Pedro hasta hoy, todo cambiĆ³. Justo cuando el Gobierno embestĆ­a contra la Justicia y la ConstituciĆ³n, y cuando acababan de firmar el acuerdo con IrĆ”n, cayĆ³ el baldazo de agua frĆ­a: Su Santidad. El mayor lĆ­mite al poder que jamĆ”s imaginaron. Y luego los dos errores histĆ³ricos: ningunearlo y agredirlo en los primeros dĆ­as para luego pegar la Santa Voltereta.
Pasaron de decir que usted era “el Papa de la derecha que viene a romper la unidad latinoamericana” a decir, dos dĆ­as despuĆ©s, que usted era “el Papa de la humildad que viene a unirnos en la fe”.
Esta semana, el Gobierno empapelĆ³ el paĆ­s con un afiche de su imagen y una frase que dice: “Un aƱo compartiendo esperanzas”. Lo que puede el amor, ¿vio? Nunca tan sincero el kirchnerismo: un aƱo compartiendo esperanzas y diez aƱos reputeĆ”ndolo.
Yo adoro la misericordia, pero por suerte quedaron grabadas para siempre las declaraciones, las frases, los tuits y los videos de los mismos tipos que ahora van a sacarse fotos en las columnatas de Bernini. La gente no come vidrio.
CompaƱero Papa, las cosas no estƔn fƔciles pero comparado con el dƭa que usted se fue con su bolsito al hombro, todo estƔ mucho mƔs relajado. Ya nada demasiado grave habrƔ de pasarle a la Argentina. Ahora tenemos un garante.
Por una vez en la vida, el viejo mito se hizo realidad: Dios es argentino.

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