El compañero Papa es nuestro Por A. Borensztein

El compañero Papa es nuestro
Por Alejandro Borensztein

03/08/13

¿Qué tiene de malo empapelar el país con un afiche del Compañero Papa saludando a la Compañera Jefa y a Insaurralde? ¿Acaso la gente no se saca fotos con famosos y los pone de fondo de pantalla en el celular? ¿Los opositores no se estarán quejando de puro envidiosos nomás? ¿Qué responsabilidad tiene el Gobierno de que ni Stolbizer, ni Prat Gay, ni Michetti, ni Altamira hayan viajado a Río para entrevistarse con el Papa? ¿Acaso el Gobierno es responsable de que no tengan un sope? ¿Qué culpa tiene el kirchnerismo de que estos candidatos no se hayan podido comprar en toda su vida ni siquiera un miserable avión privado? Comparado con los Alperovich, estos opositores no les llegan ni a los talones. Deberían aprender cómo se hacen las cosas en este país.
Si bien es cierto que algún distraído puede pensar que la utilización de la imagen del Papa en plena campaña es una burrada digna de una talentosa y patética banda de manipuladores, en el fondo no están viendo el valiosísimo aporte que esto le hace a la coyuntura política. Digámoslo de una buena vez: estas PASO, hasta ahora, son un plomo. Pero gracias a esta clase de tropelías se están poniendo más divertidas. Además, estas cosas sirven para enfurecer al gorilaje y distraerlo del hecho de que la inflación está superando el 25%, el dólar oficial se devalúa al 30% y las reservas del Central perforaron el piso de los 37.000 palos. Pavadas.
La oposición no se quedó atrás. Hubo un debate muy interesante entre los candidatos de la centroizquierda progresista. Ellos se dicen centroizquierda progresista pero en realidad todos sabemos que son abyectos esbirros de las corporaciones y de la derecha neoliberal. Centroizquierda, lo que se dice verdadera centroizquierda es, por ejemplo, Boudou.
Fueron cinco los cipayos que debatieron: Illia, Gil Lavedra, Lousteau, Lilita y el ego de Lilita. No estuvo mal. Desentonaba un poco Illia, que era demasiado moderno para el grupo, pero finalmente hay que reconocer que son los únicos que hicieron verdaderas internas y debatieron. Sugiero que la próxima vez que se haga un debate entre candidatos de un mismo sector, en lugar de perder tiempo en chicanearse, se pongan de acuerdo en presentar ideas y proyectos concretos. Así, hubo dos claros ganadores: Michetti y Filmus.
Para ponerle más diversión a estos tiempos electorales y en relación al problema de los trenes, el ministro Randazzo dio a conocer las imágenes captadas por las cámaras de seguridad instaladas en las cabinas de mando, donde se veía a un motorman que manejaba dormido y a otro que iba leyendo un libro y jugando con el celular. Esto permite comprender parcialmente el problema del transporte público. Pero para terminar de entender la totalidad del problema, faltaría ver las imágenes de las cámaras de seguridad de las empresas concesionarias de trenes cuando Jaime salía con la otra parte del problema en un bolsito, luego las imágenes de las cámaras de la Rosada con Jaime entrando con el problema, las imágenes de algún secretario del Compañero Jefe saliendo hacia el helicóptero con el problema bajo el brazo, las imágenes registradas por las cámaras de Olivos donde se veía a Lázaro entrando a averiguar cuán grande era el problema y las imágenes de la salida de Lázaro llevándose un flor de problemón en el auto rumbo a lo de Fariña. A todo esto habría que agregarle las imágenes tomadas por las cámaras del edificio donde vivía Fariña al recibir el 50% del problema, y luego la imagen de Fariña estacionando en el Madero Center para encauzar debidamente esa parte del problema. Mientras tanto y, al mismo tiempo, deberíamos ver al otro 50% del problema abordando un avión de Lázaro rumbo a Santa Cruz para ser repartido en pequeños problemitas con diversos destinos blindados porque, como todo el mundo sabe, no hay que poner todos los problemas en la misma canasta.
Cuando tengamos todas esas imágenes juntas, vamos a tener una idea completa del problema, más allá de la bestia peluda que se queda dormida manejando un tren con miles de pasajeros.
Pequeño comentario final sobre las divertidas cosas que pasan en estos tiempos. La candidata a diputada por el kirchnerismo, segunda en la lista de Filmus/Cabandié y directora del Instituto de Cine, Liliana Mazure, declaró ayer en el portal INFOBAE textualmente: “También recibe dinero del subsidio Alejandro Borensztein, que todos los días critica las políticas del gobierno en Clarín " . ¿Es posible que la responsable del otorgamiento de créditos y subsidios para el cine no sepa distinguir entre mi hermano Sebastián, director y autor de “La suerte está echada” y de la multipremiada “Un cuento chino” y yo? ¿De verdad no sabe a quién le otorgan los créditos?
¿No les piden el DNI?
¿No ve cine nacional? ¿Llega tarde y se pierde los títulos o se va antes cuando están al final de la película? ¿Se habrá distraído con el pochoclo? Jamás estuve involucrado en ninguna película, ni jamás pedí un crédito o subsidio para ninguno de mis programas de televisión, ni me presenté a ningún concurso del INCAA (dicho sea de paso, tendría todo el derecho del mundo a hacerlo como cualquier otro productor, y no sería ningún mérito del funcionario el hecho de otorgármelo, si así fuera).
Casualmente, y como para que todo sea más entretenido aún, Mazure apareció el mismo día de estas declaraciones fotografiada con una combi ploteada con la imagen de El mirando desde el cielo la imagen del Papa Francisco saludando justamente a la Presidenta. Me permito sugerirle a la Compañera Liliana que cuando vaya manejando la combi de “El, Francisco y Ella” (lindo título para una película nacional) por la Avenida 9 de Julio, maldiciendo el Metrobus y rumbo al INCAA, al frenar en un semáforo, agarre el celu, googlee el nombre de las películas de mi hermano y se fije quién es el autor y director. Y de paso, si nos las vio, no se las pierda, están buenísimas. No porque sea mi hermano, pero realmente Seba es un genio. Puede pedirle el DVD a la Presidenta, quien declaró públicamente, en una conferencia que dio este año junto a Dilma Rousseff, que es fan de “Un cuento chino”.
Parece mentira. Después de casi 30 años en los que mi hermano y yo hemos hecho tantas cosas juntos y tantas cosas separados, ya es hora de que la responsable de las políticas audiovisuales nos vaya conociendo. No entiendo por qué no la llevaron a fotografiase con el Papa.
Dios mío. Pobre Filmus. Más difícil no se la pueden hacer. No se lo merece. Así no va a ganar nunca.