El Ășltimo kirchnerista en pie
La
costurerita de los sacos de billetes dio el mal paso por culpa de un
lĂquido deslizante de dudosa procedencia y, por razones mĂ©dicas,
tuvieron que suspenderle la agenda de la semana que, a grandes rasgos,
consistĂa en rascarse hasta que sangren las yemas.
Por suerte, antes de tomarse la licencia mĂ©dica, dio las Ășltimas directivas que corresponden a una Jefa de Estado y cagĂł a pedos por Twitter a AnĂbal FernĂĄndez por no tener listo el pesebre, cosas que con Parrilli no pasaban. Y despuĂ©s se preguntan cuĂĄles fueron las acciones que llevaron a Parrilli a hacerse cargo de la SecretarĂa de Inteligencia.
Cristina fue a atenderse al hospital de RĂo Gallegos, ese por el que se enojĂł con los medios hace dos meses, cuando nos quejamos porque se usaron tres aviones para llevar a cuatro funcionarios. Para ella, tapamos la realidad de que se inaugurĂł una sala de atenciĂłn traumatolĂłgica general. AsĂ que, dispuesta a taparle la boca a todos aquellos que dicen que no se atiende en hospitales pĂșblicos, recibiĂł un diagnĂłstico a la altura de las instalaciones del nosocomio: tobillo hinchado.
Con ganas de buscar una segunda opiniĂłn, se tomĂł un remise de la Fuerza AĂ©rea hasta Buenos Aires, donde le dijeron que se fracturĂł, pero nada que no pudiera resolverse con dos dĂas de reposo absoluto y una fĂ©rula por un par de semanas. Con todo el dolor del alma, tuvo que cancelar su viaje al Vaticano, que estaba programado para dentro de tres semanas, para cuando ya estarĂĄ en condiciones de correr al baño. Todo por culpa de un lĂquido deslizante y una llamada del Vaticano para preguntarle “quĂ© parte de no voy a atender polĂticos argentinos durante 2015 no entendiste”.
En el medio, la monada cada vez mĂĄs minĂșscula pasa las fiestas puteando al enemigo por los fracasos y patinadas de la patrona. La superioridad moral de los paladines del dedito acusador no se toma vacaciones ni se permite relajarse por fin de año. El tipo que le vendĂa las joyas dice que la Presi gasta cerca de un palo verde al año para adornarse como arbolito de Navidad, pero es una opereta de Noticias. El mismo dĂa en que puteĂł a ClarĂn por vincular a MĂĄximo con el lavado en los hoteles, la Presi lo pone en el directorio de Hotesur junto a la otra NiNi de sus hijos y a la nuera. Los pibes nos putean a nosotros, pobres boludos que laburamos un 24 de diciembre a la tarde, por tirar mierda, aunque la fuente es el BoletĂn Oficial de la NaciĂłn. El Indec informa que la deuda externa creciĂł 12 mil millones de dĂłlares en un trimestre y nos tiran por la cabeza que este Gobierno desendeudĂł al paĂs. En una jornada en la que aprovecharon que todos estĂĄbamos en otra, el Indec tambiĂ©n dijo que la mitad de los laburantes cobra menos de 5 mil pesos, cuando la lĂnea de la pobreza estĂĄ en 5.6 mil. Afirmamos que la mitad de los laburantes son pobres, pero somos una mierda porque “no es tan asĂ” dado que el trabajo dignifica. Los muertos de hambre mĂĄs dignos del planeta.
Cuando Guy Sorman escribiĂł “El mundo es mi tribu”, analizĂł cien mil diferencias entre los distintos lugares que visitĂł y, algunos, en los que viviĂł –entre ellos, la Argentina– para finalizar en una conclusiĂłn maravillosa: la cantidad de similitudes entre pueblos y culturas que nos parecen absolutamente distintas. Obviamente, Sorman se fue del paĂs mucho tiempo antes de que surgiera ese sujeto difĂcil de dimensionar al que llamamos kirchnerista. Por suerte, porque su increĂble labor antropolĂłgica social habrĂa sido descartada de plano, o se hubiera revoleado por la ventana ante la apariciĂłn del sujeto que cree en la meta final de un paĂs inclusivo en el que todos los que quieran vivir mejor de lo que ellos se imaginan que se puede vivir –o tan sĂłlo como ellos– son considerados sujetos a agredir.
El kirchnerista promedio no tiene humor. Su resentimiento, propio de saberse cornudo y, al mismo tiempo, sentir el deber de negar los cuernos bajo amenaza de ser expulsado de la tribu, le ha anulado la posiblidad de reĂrse de sĂ. Incapaz de sentir empatĂa por el otro, basa su pirĂĄmide de administraciĂłn ideal en tres estandartes: inclusiĂłn social, derechos humanos y trabajo, siempre y cuando sea para otro. La realidad dicta que los pobres son las mascotas de El Modelo, a los que se les tira un hueso a cambio de que sacrifiquen la libertad de disponer de sus vidas, que la mitad de los laburantes no llegan a fin de mes, y que los Derechos Humanos quedaron embarazados luego de que Cristina obligara a deglutir el sapo del General Milani, pero todo es debatible.
Capaz de abandonar a miembros de la tribu que quedaron en un estrato espiritual que suponen menor –como el hermano que putea porque no tiene acceso al crĂ©dito hipotecario cuando NĂ©stor nos devolviĂł la dignidad, o el mismĂsimo padre que llora la jubilaciĂłn de mierda y no se da cuenta de que lanzamos un satĂ©lite–, su aldea es cada vez mĂĄs pequeña y, por consiguiente, mucho mĂĄs Ănfima su cosmovisiĂłn.
La pequeñez de su grupo de referencia –los pocos que quedaron en el gallinero – lo ha llevado a la endogamia social. Con el nĂșmero de partidarios cada vez mĂĄs chico, el tema de relacionarse con pares estĂĄ cada vez mĂĄs complicado, por lo que, al igual que con la descendencia incestuosa de las cortes imperiales, la capacidad de discernimiento y comprensiĂłn de la realidad ya estĂĄ a la altura de un autralopithecus falopeado.
Antes celebraba que se podĂa comprar un plasma en 50 cuotas para el mundial de SudĂĄfrica y que le daba para comprarse un autito a pagar a los ponchazos. Hoy, con el auto mĂĄs barato arriba de las 120 lucas, celebra que puede comprarse una camisa en doce cuotas, sĂłlo de jueves a domingo, en una promociĂłn que termina el 31 de diciembre. Pero la economĂa no estĂĄ tan mal y, si bien la tecnologĂa ya nos dio televisores Ultra HD 4K y 3D, su plasma de hace dos mundiales lo terminĂł de pagar en septiembre de este año.
AĂșn reivindica la Patria Grande, pero sin los narcos colombianos, los pungas peruanos, los chorros bolivianos, los estafadores uruguayos y los brasileros que aĂșn no les dijeron quĂ© se siente tener en la casa de un pentacampeĂłn al papĂĄ bicampeĂłn. Putea cuando el dĂłlar ilegal sube tres pesos, celebra cuando se “desploma” 20 centavos y lo vuelve a llamar blue.
TodavĂa no entendiĂł por quĂ© sigue alquilando o viviendo en la casa paterna, cuando sus viejos, laburantes, fueron dueños de esa misma casa antes de cumplir los 30, pero se siente Nobel de EconomĂa al explicarnos que la crisis automotriz es culpa de los brasileros y que estĂĄ todo bien porque los chinos nos dieron unos dĂłlares, como si alguien regalara algo en el mundo de la polĂtica internacional.
BuchĂłn y alcahuete –como corresponde a su naturaleza– anda de cacerĂa por las redes sociales señalando al enemigo y a los que escriben notas contra Cristina, como si no estuvieran adosadas con nuestras firmas en las denuncias presentadas en Comodoro Py y como si, gracias a los Ășltimos 35 documentos de identidad de Randazzo, no supieran dĂłnde vivimos.
Se pasĂł los Ășltimos 11 años puteando a Scioli, pero si gana serĂĄ un triunfo del Frente para la Victoria. Por las dudas, ya practica viĂ©ndolo al Gobernador cĂłmo defiende a Menem en el programa de Mirtha Legrand. Que suba Randazzo en las encuestas lo enamora: no es lo mismo un ex secretario de turismo de Duhalde que un ex secretario de Duhalde y Ruckauf.
Los que se avivaron y pudieron, obtuvieron el pase a planta permanente a tiempo. Otros, ya estån jugando para otro candidato con chances de garantizarles el reciclaje. Algunos entendieron que cuando prenden las luces se acabó el baile y ahora intentan esa extraña aventura de ganarse el mango en la calle.
Por una cuestiĂłn de selecciĂłn natural, quedaron afuera los peores, los incapaces, los que no se dan cuenta que sĂłlo el CapitĂĄn se hunde con el barco y, en este caso, el CapitĂĄn y sus oficiales ya estĂĄn a salvo y buscando playas para tomar sol.
Tuvieron la chance, la vieron venir y no les importĂł. Se hicieron kirchneristas por sentir que pertenecĂan a algo y lo hicieron tarde, cuando los que fundaron el kirchnerismo ya eran parte del grupo de denunciantes.
Mientras tanto, se prende en el juego de Cristina de exigir a los que no comulgan con el kirchnerismo, quĂ© pensamos hacer con los logros obtenidos por la mejor gestiĂłn de la historia de la VĂa Lactea, como si nosotros fuĂ©ramos candidatos a algo. Ya no nos recuerdan cĂłmo estaba el paĂs en los ´90 para que no lloremos de nostalgia. Prefieren pegarle al 2001 sin detenerse a pensar que la revuelta fue hecha por laburantes de a pie, pobres y jubilados, y no por monotributistas estatales que se quedaron sin contrato.
Nos corren con que en un año estaremos todos muertos de Sida, sin fĂștbol, sin aviones y sin industria, como si en este paĂs la plata la pusiera Cristina de su bolsillo. Por eso festeja que nos llevamos “cada vez mejor” con China: porque allĂ llaman capitalismo a la explotaciĂłn de los laburantes por parte de una minorĂa multimillonaria amiga del poder, cuando no forma parte del mismo.
Prefieren meternos miedo. Pero es el miedo que tienen ellos. Nosotros, que en unos meses podremos decir que sobrevivimos a 12 años de kirchnerismo, no podemos temerle a nada. 12 años en los que empezamos gritando en soledad, 12 años en los que nos apretaron con carpetazos, mails, amenazas y escraches a nosotros y a terceros inocentes. 12 años en los que no lograron meter un plan de crĂ©ditos para la vivienda del laburante, en los que el 100% de la poblaciĂłn fue vĂctima de la inseguridad directa o indirectamente, en los que nos sacaron mĂĄs de la mitad de nuestros ingresos en impuestos suecos para financiar servicios subsaharianos, en los que nos corrieron con el dedito de la moral mientras se afanaban todo.
Pero, como siempre ocurre, el que quiere meter miedo sólo busca contagiarlo. Los que medianamente salimos gateando de la década ganada, lo hacemos a pesar del kirchnerismo, y no gracias a él.
No creo que le tengan miedo al poskirchnerismo por no saber de quĂ© van a disfrazarse, porque la capacidad de mimetismo es como andar en bicicleta: nunca se pierde. Si juraron no votar nunca al peronismo y terminaron siendo los Ășltimos kirchneristas tras el apocalipsis, tranquilamente pueden readaptarse. El miedo es a perder ese espacio de pertenencia, ese club en el que, por una vez, creyeron en algo superior a ellos y en el que sentĂan que eran parte. Y si bien sabĂan que era todo mentira, todo termina como cuando esa mina que te volaba la cabeza te dice la verdad. Lo sabĂas, pero preferĂas que te mintiera un cachito mĂĄs. Porque es preferible una fantasĂa que hace feliz que hacer el esfuerzo de ser feliz en la realidad.
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Martes 30 de diciembre de 2014. A todos los que pasan por aquĂ de vez en cuando y los que lo hacen a diario, sĂłlo tengo palabras de agradecimiento. Espero que hayan tenido un 2014 mejor que el pasado, pero no tanto como el que viene. Y si bien en estas fiestas siempre nos ponemos pelotudos, llorones, sensibleros o nos hacemos los que nada nos importa, no se olviden que a todos nos falta alguien, pero todos tenemos a alguien.
Muchas felicidades y nos leemos en unos dĂas, resaca y kilos de mĂĄs mediante.
Por suerte, antes de tomarse la licencia mĂ©dica, dio las Ășltimas directivas que corresponden a una Jefa de Estado y cagĂł a pedos por Twitter a AnĂbal FernĂĄndez por no tener listo el pesebre, cosas que con Parrilli no pasaban. Y despuĂ©s se preguntan cuĂĄles fueron las acciones que llevaron a Parrilli a hacerse cargo de la SecretarĂa de Inteligencia.
Cristina fue a atenderse al hospital de RĂo Gallegos, ese por el que se enojĂł con los medios hace dos meses, cuando nos quejamos porque se usaron tres aviones para llevar a cuatro funcionarios. Para ella, tapamos la realidad de que se inaugurĂł una sala de atenciĂłn traumatolĂłgica general. AsĂ que, dispuesta a taparle la boca a todos aquellos que dicen que no se atiende en hospitales pĂșblicos, recibiĂł un diagnĂłstico a la altura de las instalaciones del nosocomio: tobillo hinchado.
Con ganas de buscar una segunda opiniĂłn, se tomĂł un remise de la Fuerza AĂ©rea hasta Buenos Aires, donde le dijeron que se fracturĂł, pero nada que no pudiera resolverse con dos dĂas de reposo absoluto y una fĂ©rula por un par de semanas. Con todo el dolor del alma, tuvo que cancelar su viaje al Vaticano, que estaba programado para dentro de tres semanas, para cuando ya estarĂĄ en condiciones de correr al baño. Todo por culpa de un lĂquido deslizante y una llamada del Vaticano para preguntarle “quĂ© parte de no voy a atender polĂticos argentinos durante 2015 no entendiste”.
En el medio, la monada cada vez mĂĄs minĂșscula pasa las fiestas puteando al enemigo por los fracasos y patinadas de la patrona. La superioridad moral de los paladines del dedito acusador no se toma vacaciones ni se permite relajarse por fin de año. El tipo que le vendĂa las joyas dice que la Presi gasta cerca de un palo verde al año para adornarse como arbolito de Navidad, pero es una opereta de Noticias. El mismo dĂa en que puteĂł a ClarĂn por vincular a MĂĄximo con el lavado en los hoteles, la Presi lo pone en el directorio de Hotesur junto a la otra NiNi de sus hijos y a la nuera. Los pibes nos putean a nosotros, pobres boludos que laburamos un 24 de diciembre a la tarde, por tirar mierda, aunque la fuente es el BoletĂn Oficial de la NaciĂłn. El Indec informa que la deuda externa creciĂł 12 mil millones de dĂłlares en un trimestre y nos tiran por la cabeza que este Gobierno desendeudĂł al paĂs. En una jornada en la que aprovecharon que todos estĂĄbamos en otra, el Indec tambiĂ©n dijo que la mitad de los laburantes cobra menos de 5 mil pesos, cuando la lĂnea de la pobreza estĂĄ en 5.6 mil. Afirmamos que la mitad de los laburantes son pobres, pero somos una mierda porque “no es tan asĂ” dado que el trabajo dignifica. Los muertos de hambre mĂĄs dignos del planeta.
Cuando Guy Sorman escribiĂł “El mundo es mi tribu”, analizĂł cien mil diferencias entre los distintos lugares que visitĂł y, algunos, en los que viviĂł –entre ellos, la Argentina– para finalizar en una conclusiĂłn maravillosa: la cantidad de similitudes entre pueblos y culturas que nos parecen absolutamente distintas. Obviamente, Sorman se fue del paĂs mucho tiempo antes de que surgiera ese sujeto difĂcil de dimensionar al que llamamos kirchnerista. Por suerte, porque su increĂble labor antropolĂłgica social habrĂa sido descartada de plano, o se hubiera revoleado por la ventana ante la apariciĂłn del sujeto que cree en la meta final de un paĂs inclusivo en el que todos los que quieran vivir mejor de lo que ellos se imaginan que se puede vivir –o tan sĂłlo como ellos– son considerados sujetos a agredir.
El kirchnerista promedio no tiene humor. Su resentimiento, propio de saberse cornudo y, al mismo tiempo, sentir el deber de negar los cuernos bajo amenaza de ser expulsado de la tribu, le ha anulado la posiblidad de reĂrse de sĂ. Incapaz de sentir empatĂa por el otro, basa su pirĂĄmide de administraciĂłn ideal en tres estandartes: inclusiĂłn social, derechos humanos y trabajo, siempre y cuando sea para otro. La realidad dicta que los pobres son las mascotas de El Modelo, a los que se les tira un hueso a cambio de que sacrifiquen la libertad de disponer de sus vidas, que la mitad de los laburantes no llegan a fin de mes, y que los Derechos Humanos quedaron embarazados luego de que Cristina obligara a deglutir el sapo del General Milani, pero todo es debatible.
Capaz de abandonar a miembros de la tribu que quedaron en un estrato espiritual que suponen menor –como el hermano que putea porque no tiene acceso al crĂ©dito hipotecario cuando NĂ©stor nos devolviĂł la dignidad, o el mismĂsimo padre que llora la jubilaciĂłn de mierda y no se da cuenta de que lanzamos un satĂ©lite–, su aldea es cada vez mĂĄs pequeña y, por consiguiente, mucho mĂĄs Ănfima su cosmovisiĂłn.
La pequeñez de su grupo de referencia –los pocos que quedaron en el gallinero – lo ha llevado a la endogamia social. Con el nĂșmero de partidarios cada vez mĂĄs chico, el tema de relacionarse con pares estĂĄ cada vez mĂĄs complicado, por lo que, al igual que con la descendencia incestuosa de las cortes imperiales, la capacidad de discernimiento y comprensiĂłn de la realidad ya estĂĄ a la altura de un autralopithecus falopeado.
Antes celebraba que se podĂa comprar un plasma en 50 cuotas para el mundial de SudĂĄfrica y que le daba para comprarse un autito a pagar a los ponchazos. Hoy, con el auto mĂĄs barato arriba de las 120 lucas, celebra que puede comprarse una camisa en doce cuotas, sĂłlo de jueves a domingo, en una promociĂłn que termina el 31 de diciembre. Pero la economĂa no estĂĄ tan mal y, si bien la tecnologĂa ya nos dio televisores Ultra HD 4K y 3D, su plasma de hace dos mundiales lo terminĂł de pagar en septiembre de este año.
AĂșn reivindica la Patria Grande, pero sin los narcos colombianos, los pungas peruanos, los chorros bolivianos, los estafadores uruguayos y los brasileros que aĂșn no les dijeron quĂ© se siente tener en la casa de un pentacampeĂłn al papĂĄ bicampeĂłn. Putea cuando el dĂłlar ilegal sube tres pesos, celebra cuando se “desploma” 20 centavos y lo vuelve a llamar blue.
TodavĂa no entendiĂł por quĂ© sigue alquilando o viviendo en la casa paterna, cuando sus viejos, laburantes, fueron dueños de esa misma casa antes de cumplir los 30, pero se siente Nobel de EconomĂa al explicarnos que la crisis automotriz es culpa de los brasileros y que estĂĄ todo bien porque los chinos nos dieron unos dĂłlares, como si alguien regalara algo en el mundo de la polĂtica internacional.
BuchĂłn y alcahuete –como corresponde a su naturaleza– anda de cacerĂa por las redes sociales señalando al enemigo y a los que escriben notas contra Cristina, como si no estuvieran adosadas con nuestras firmas en las denuncias presentadas en Comodoro Py y como si, gracias a los Ășltimos 35 documentos de identidad de Randazzo, no supieran dĂłnde vivimos.
Se pasĂł los Ășltimos 11 años puteando a Scioli, pero si gana serĂĄ un triunfo del Frente para la Victoria. Por las dudas, ya practica viĂ©ndolo al Gobernador cĂłmo defiende a Menem en el programa de Mirtha Legrand. Que suba Randazzo en las encuestas lo enamora: no es lo mismo un ex secretario de turismo de Duhalde que un ex secretario de Duhalde y Ruckauf.
Los que se avivaron y pudieron, obtuvieron el pase a planta permanente a tiempo. Otros, ya estån jugando para otro candidato con chances de garantizarles el reciclaje. Algunos entendieron que cuando prenden las luces se acabó el baile y ahora intentan esa extraña aventura de ganarse el mango en la calle.
Por una cuestiĂłn de selecciĂłn natural, quedaron afuera los peores, los incapaces, los que no se dan cuenta que sĂłlo el CapitĂĄn se hunde con el barco y, en este caso, el CapitĂĄn y sus oficiales ya estĂĄn a salvo y buscando playas para tomar sol.
Tuvieron la chance, la vieron venir y no les importĂł. Se hicieron kirchneristas por sentir que pertenecĂan a algo y lo hicieron tarde, cuando los que fundaron el kirchnerismo ya eran parte del grupo de denunciantes.
Mientras tanto, se prende en el juego de Cristina de exigir a los que no comulgan con el kirchnerismo, quĂ© pensamos hacer con los logros obtenidos por la mejor gestiĂłn de la historia de la VĂa Lactea, como si nosotros fuĂ©ramos candidatos a algo. Ya no nos recuerdan cĂłmo estaba el paĂs en los ´90 para que no lloremos de nostalgia. Prefieren pegarle al 2001 sin detenerse a pensar que la revuelta fue hecha por laburantes de a pie, pobres y jubilados, y no por monotributistas estatales que se quedaron sin contrato.
Nos corren con que en un año estaremos todos muertos de Sida, sin fĂștbol, sin aviones y sin industria, como si en este paĂs la plata la pusiera Cristina de su bolsillo. Por eso festeja que nos llevamos “cada vez mejor” con China: porque allĂ llaman capitalismo a la explotaciĂłn de los laburantes por parte de una minorĂa multimillonaria amiga del poder, cuando no forma parte del mismo.
Prefieren meternos miedo. Pero es el miedo que tienen ellos. Nosotros, que en unos meses podremos decir que sobrevivimos a 12 años de kirchnerismo, no podemos temerle a nada. 12 años en los que empezamos gritando en soledad, 12 años en los que nos apretaron con carpetazos, mails, amenazas y escraches a nosotros y a terceros inocentes. 12 años en los que no lograron meter un plan de crĂ©ditos para la vivienda del laburante, en los que el 100% de la poblaciĂłn fue vĂctima de la inseguridad directa o indirectamente, en los que nos sacaron mĂĄs de la mitad de nuestros ingresos en impuestos suecos para financiar servicios subsaharianos, en los que nos corrieron con el dedito de la moral mientras se afanaban todo.
Pero, como siempre ocurre, el que quiere meter miedo sólo busca contagiarlo. Los que medianamente salimos gateando de la década ganada, lo hacemos a pesar del kirchnerismo, y no gracias a él.
No creo que le tengan miedo al poskirchnerismo por no saber de quĂ© van a disfrazarse, porque la capacidad de mimetismo es como andar en bicicleta: nunca se pierde. Si juraron no votar nunca al peronismo y terminaron siendo los Ășltimos kirchneristas tras el apocalipsis, tranquilamente pueden readaptarse. El miedo es a perder ese espacio de pertenencia, ese club en el que, por una vez, creyeron en algo superior a ellos y en el que sentĂan que eran parte. Y si bien sabĂan que era todo mentira, todo termina como cuando esa mina que te volaba la cabeza te dice la verdad. Lo sabĂas, pero preferĂas que te mintiera un cachito mĂĄs. Porque es preferible una fantasĂa que hace feliz que hacer el esfuerzo de ser feliz en la realidad.
Martes 30 de diciembre de 2014. A todos los que pasan por aquĂ de vez en cuando y los que lo hacen a diario, sĂłlo tengo palabras de agradecimiento. Espero que hayan tenido un 2014 mejor que el pasado, pero no tanto como el que viene. Y si bien en estas fiestas siempre nos ponemos pelotudos, llorones, sensibleros o nos hacemos los que nada nos importa, no se olviden que a todos nos falta alguien, pero todos tenemos a alguien.
Muchas felicidades y nos leemos en unos dĂas, resaca y kilos de mĂĄs mediante.
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Estimado Troll o leecher, usuario fake (que se hace pasar por otro usuario); o usuario tĂtere ( que se hace pasar por varios y diferentes usuarios), no desperdicie su tiempo ni el mĂo. Si me parece que el comentario no aporta nada positivo, el mismo serĂĄ eliminado. Este Blog es un espacio personal en el que el titular no tiene tiempo ni ganas de explicar que no, no cree que las Abuelas de Plaza de Mayo merezcan el premio Nobel; ni que los Dictadores Militares sean inocentes; o que Fidel Castro fue el Ășnico gobernante democrĂĄtico de LatinoamĂ©rica en los Ășltimos 50 años; o que Israel es un estado humanitario y justo; o que Kristina vino a salvar al pueblo y es del pueblo.
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