Chapo Guzmán, la conexión argentina

Chapo Guzmán, la conexión argentina
Por Jorge Lanata

Se trata de mirar para otro lado. Se mira para otro lado y, mientras tanto, crecen edificios en pocos meses, mueren dealers de 14 años, se compran propiedades en countries y en Puerto Madero, y se exhibe una alegre sensación de progreso.
Todos saben qué y cómo se vende, dónde se compra y cuál es el negocio.
Hasta que un día la sangre empieza a salir de debajo de la alfombra. Cuando los muertos flotan en la superficie es que en el fondo hay peleas territoriales. Cuando el agua está quieta significa que uno de los carteles ganó y puede vender en paz.
Según los últimos datos oficiales disponibles, la SEDRONAR registró en 2011 que existían 59 causas por narcotráfico en los juzgados federales. Por esas causas se desbarataron 43 laboratorios de drogas. Contra lo que se piensa, según el informe del propio gobierno, no es Santa Fe la provincia más complicada: la mayoría de las “cocinas” están en la provincia de Buenos Aires (55%), Cordoba (20%), CABA (11%), Tucumán (7%), Salta (5%) y Jujuy (2%). De las 43, treinta se vincularon a “adulteración y fraccionamiento” y 14 a la fabricación ilícita. En el caso de las drogas sintéticas, aún se recuerda el allanamiento de un laboratorio de metanfetamina en Maschwitz, manejado por un cartel mexicano. El líder de la organización, Jesús Martínez Espinoza, logró fugarse a Paraguay y luego fue detenido y condenado a 14 años de prisión.
En el laboratorio se fabricaba metanfetamina en forma de cristal que se enviaba a México o Estados Unidos en botellas de vino, y efedrina en suelas de zapatos. Martínez Espinoza había comprado una empresa de zapatos para garantizar los envíos. Según un informe de la DEA difundido en 2012, Forza –una de las victimas del célebre Triple Crimen– y su ex socio Esteban Pérez Corradi (nexo argentino del Cartel de Sinaloa) proveían de efedrina a Martínez Espinoza y a otro cartel mexicano que operaba en Buenos Aires, el del Golfo. “Cuando Felipe Calderón lanza la pelea contra el narcotráfico en México, cierra la importación de efedrina. Entonces los mexicanos lo que hacen es buscar un país donde se pudiera comprar efedrina sin ningún control y ese lugar es Argentina –cuenta Rodrigo Alegre, autor de “La ejecución”, publicado en 2010 por Sudamericana–. Vienen a comprar para llevar a México, pero después se dan cuenta de que también pueden fabricar acá. En esa época, en 2008, los únicos lugares donde se podía conseguir efedrina sin controles eran China, India y Argentina”.
Juan Ignacio Bidone, el fiscal de la causa del Triple Crimen, agrega: “La efedrina llegaba de manera legal a través de droguerías que muchas veces funcionaban como pantalla de los reales adquirientes. Entre las droguerías investigadas estaban Drofasa, vinculada con Meta, Prefarm, Famerica, Chutrau, Libertad, Elvesta, Todofarma y Unifarma. Ahora se está retomando la línea investigativa dirigida hacia las droguerías y las personas físicas que estaban detrás de esas siderales compras de efedrina con las clara intención de desviarlas al narcotráfico”.
El Chapo Guzmán y su organización tendrían ramificaciones en el NEA, según la revista mexicana “Proceso”. Guzmán –se supo hace unos días– vivió en Argentina en 2010 y en marzo de 2013. Un especialista citado por la publicación sostiene que “en los últimos años, Argentina se ha transformado en un centro de producción de drogas sintéticas, y la zona donde opera el Chapo está compuesta por Formosa, Chaco y Misiones. Ahí se ha establecido una base patrimonial y productiva del cartel de Sinaloa y el de Tijuana en combinación”. El modus operandi gracias al cual el Cartel de Sinaloa ha podido desplazarse y operar en el país tiene como uno de sus ejes a la Iglesia Evangélica, sigue la revista.
Detrás de la misma hipótesis, Luis Gasulla publicó en diciembre de 2012 una nota en el periódico “Tribuna” titulada: “Chaco, entre la narcopolítica y el vale todo”. Gasulla informa sobre un pedido de dos diputados chaqueños del interbloque Alianza Frente para Todos expresando su preocupación por hechos de narcotráfico en la provincia mencionados por el periodista mexicano José Reveles en su libro “El cartel incómodo”. Reveles denuncio que el ex subsecretario de Culto de Coqui Capitanich, José Mongelo, había canalizado subsidios millonarios a la iglesia para que el pastor mexicano Jerónimo López Valdez se hiciera cargo del templo La Roca, utilizando a la iglesia evangélica del Nuevo Milenio de Resistencia como pantalla para lavar dinero del narcotráfico. En diciembre de 2011, Mongelo asumió como diputado nacional encabezando la lista del FPV. Junto a su compañera de bancada, Gladys Soto, “son los únicos levantamanos que garantiza el Chaco”. Durante la detención de un pastor evangélico de apellido González con veinte kilos de pasta base en su poder, la Policía encontró también una tarjeta del diputado Mongelo. Mongelo otorgó en su provincia personería jurídica a varias iglesias evangélicas “flojas de papeles”, y en ese contexto conoció a María López Madrid, quien dice ser perseguida política pero ha sido señalada por Gilberto Monzón, encargado del templo evangélico La Roca, como cabecilla del cartel de Sinaloa.
En paralelo, el hijo del diputado provincial Egidio Garcia, del bloque Justicialista Indígena y Popular, fue detenido por la Gendarmería en un auto oficial con nueve kilos de marihuana.
Se justificó diciendo que un asesor de Mongelo le había pedido que transportara el vehículo desde Las Palmas a Resistencia.
“Los narcos están en el cuarto piso de la gobernación”, dijo el detenido. Allí funciona la Secretaria de Culto.
“¿Pasó el Chapo Guzmán por el Chaco?”, le preguntaron al líder piquetero MTD del Chaco, Tito Lopez, en FM Identidad. “Habría que preguntarle a Capitanich, pero el único lugar en que encontraron efedrina fue en el Chaco y en Buenos Aires. No quiero hablar mucho de eso porque tengo a mi compañero, el Gringo Pintos, muerto por eso”.
“¿Sinaloa en Argentina?”, fue el título del subject de un correo de la empresa de espionaje e inteligencia Stratfor, dado a conocer por WikiLeaks en 2008. “Pon un ojo en Argentina en este momento –dice el correo–, la inteligencia que no podemos compartir con los americanos, debido a la falta de reciprocidad, la estamos compartiendo con los argentinos. (…) Sinaloa tiene presencia en Argentina y la esta usando, aparentemente, para coordinar la tormenta de mierda que tiene en México (…) La inteligencia mexicana ahora tiene a la Argentina como país top 5-7 en nuestra lista de prioridad”.
Edgardo Buscaglia, asesor de la ONU en Crimen Organizado, recorrió todo el país y coincide en afirmar que Sinaloa tendió redes en Misiones, Formosa y Chaco. El investigador aseguró a Perfil que el Chapo Guzmán estableció bases patrimoniales en tierras y empresas diversas, puntos de producción (procesamiento) de drogas sintéticas y cocaína, y redes de distribución de drogas y armas que llegan a Buenos Aires: “En la provincia del Chaco hay una proliferación notoria del narcotráfico”.
Pablo Escobar murió a los 44 años. Cuando el Chapo llegó a esa edad, el colombiano llevaba más de diez años muerto. Según la Administración de Drogas del Orden Publico, el Chapo hoy vende más drogas que Escobar en el pico de su carrera. En la vertical de la escena, sigue cosechando buen rating en Buenos Aires “El Patron del Mal”, la vida de Escobar retratada por la Cadena Caracol. La difunde un canal perteneciente a un confuso empresario llamado González González y apodado “El Fantasma”. Semanas atrás, en uno de los capítulos, los narcos y el propio Escobar discuten una alianza con un partido político de Bogotá. “Es una locura –dice uno de los narcos–, los políticos no tienen principios.
Los otros asienten, asustados.
Investigación: JL/ María Eugenia Duffard/ Amelia Cole