La Corte Suprema de Justicia despejó el camino para que la Ley de Medios se aplique de una vez, pero el fallo contiene además una serie de consideraciones que el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner ha decidido ignorar, porque limitarÃan la discrecionalidad que le ha permitido incidir sobre el contenido de una gran cantidad de medios, con una Ãntima justificación: que debÃa compensar el peso de las crÃticas descarnadas del Grupo ClarÃn.
Según una mayorÃa de integrantes de la Corte, la ley que obliga al Grupo ClarÃn a desarmar su poderÃo mediático mediante la venta compulsiva de licencias (en su mayorÃa, de televisión por cable) en nada contradice los principios que la Constitución consagra.
Algunos jueces del tribunal –aún con una postura que se adivina escéptica, según la interpretación que recomiendo leer del abogado Gustavo Arballo- plantearon que no les corresponde a ellos juzgar cuáles son las intenciones del Poder Ejecutivo (por ejemplo, determinar si su único objetivo es desguazar a ClarÃn). Su rol en este caso consistió en examinar si una ley aprobada por el Congreso nacional viola la libertad de expresión.
Una mayorÃa respondió que la concentración de medios sà puede sofocar la pluralidad de voces, y que no es cierto, como señalaron los abogados del grupo, que sólo medios con una cierta rentabilidad, garantizada por el volumen, tengan la independencia necesaria como para ejercer un periodismo crÃtico del poder de turno.
Sin embargo, para la etapa que viene -la aplicación de la ley- el fallo considera fundamental que la ejecución sea pareja para todos los grupos de medios. Si no respetaran los principios de ecuanimidad, entonces sà se estarÃa lesionando la libertad de expresión, advierte. Porque el trato desigual para diferentes grupos de medios introduce la discrecionalidad, y asà surge el riesgo del reparto de premios y castigos según contenidos.
Pocas horas después de que se conociera el fallo entrevisté por Radio Continental a MartÃn Sabbatella, ex intendente de Morón y hoy titular de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, AFSCA (aquà el link al audio de la entrevista completa). Hablamos de la notificación al Grupo ClarÃn de los plazos que ahora rigen para su adecuación y le pregunté por las dos polÃticas que según el fallo de la Corte sà pueden lesionar la libertad de expresión: el reparto discrecional de la publicidad oficial y el uso de los medios públicos como herramientas de propaganda.
Su respuesta:
- Coincido con las preocupaciones de la Corte, y digo que no hay ningún problema en ese sentido. Ese riesgo no se corre porque la pauta publicitaria se distribuye con un criterio acertado- se plantó Sabbatella.
- Si no hay ningún criterio (para el reparto de la publicidad oficial)- objeté.
- Cuando la justicia intervino, en alguna situación en particular, lo que hizo el Estado fue cumplir con los fallos de la Justicia- siguió en alusión al reclamo de editorial Perfil, que llegó hasta la Corte Suprema, cuando en represalia por sus contenidos decidieron ya nunca más pondrÃan ni un aviso.
- No cumplieron (con el fallo).
- Se cumple puntualmente y todos los meses se rinde cuenta a la Justicia del cumplimiento de la misma- insistió Sabbatella.
(Hoy mismo, el director de la editorial Jorge Fotevecchia cuenta en la contratapa el diario cómo después de años de litigio y de muchos fallos favorables, incluido uno de la Corte Suprema, tanto el diario como la revista Noticias siguen siendo discriminados con relación a diarios y revistas de similar tirada. El artÃculo se titula: "No se cumplen los fallos de la Corte Suprema").
Insistà con Sabbatella:
-¿Cuál es el criterio? Yo no conozco ninguno…
- No pertenece a mi área, pero te puedo decir algunas cuestiones concretas. Hay creo que alrededor de 22 mil millones de pesos de publicidad privada anual, y la publicidad oficial no llega al 9% de esto.
- Eso no es cierto: porque esas cifras no tienen en cuenta ni los organismos descentralizados del Estado ni Fútbol para Todos.
- Eso es otra cosa. Se distribuye, algo que yo sà conozco, es distintos medios del interior del paÃs que garantizan con un criterio bien federal y bien plural.
- Sabbatella hablemos de verdad- me impacienté.
- Estoy hablando de verdad- se ofendió.
- Criterio quiere decir…- intenté matizar- Lo que pasa es que tenemos que tener criterios mÃnimos: cuando uno dice que hay criterios es que yo puedo saber cuáles son los criterios que utiliza el Poder Ejecutivo.
- Criterio de fuerte contenido federal con distribución en todo el paÃs.
- No es cierto. Hay cuatro medios nacionales que concentran la pauta y son los más afines al Gobierno, con fuerte concentración en cobertura nacional.
- Hay una distribución muy federal, en más de 500 medios de todo el paÃs, donde esa publicidad privada no llega porque no les interesa, en cambio a los grandes grupos sÃ.
- Puedo entender y estarÃa de acuerdo: no creo que los medios de mayor audiencia sean los que tienen que abarcar más publicidad. Pero no hay criterios objetivos fijados por ley: manda la lapicera de Juan Manuel Abal Medina (el jefe de gabinete).
- Es un criterio que tiene esta concepción federal federal que garantiza la pluralidad de voces.
- No es cierto. No es cierto. Los grandes concentradores de la publicidad oficial son..
- Asà podemos quedarnos toda la tarde..
- Los que concentran la publicidad concentran la publicidad son (los medios de) Cristóbal López, Szpolsky, América 2...
- Es tu opinión, no es asÃ.
(Todos los datos disponibles, que son cada vez menos, demuestran que los medios afines al Gobierno son los que más concentran publicidad oficial: justo ese mismo dÃa tenÃa en mi programa de radio la columna de Chequeado.com, que le habÃan dado un "falso" a Sabbatella por este mismo tema).
- Sinceramente, dan ganas, ahora que tienen el fallo de la Corte que les dice que tienen razón, que es constitucional, que tengamos además una ley que nos indique cómo repartir la publicidad oficial y tengamos medios públicos que sean públicos- insistÃ.
- Tenemos un sistema de medios públicos que nos tiene que enorgullecer, hay una transformación extraordinaria.
- Son dos cosas diferentes: una cosa es la calidad de lo que entrega y otra cosa es que respete el criterio de pluralidad que exige la ley en los noticieros por ejemplo.
- Veo un noticiero plural.
- De cual Juan Miceli salió eyectado por una pregunta inoportuna a dirigente de La Cámpora.
- Yo vi un noticiero plural.
- ¿Ustedes no regularon publicidad oficial en Morón?
- Si, regulamos con una ordenanza después de audiencia pública. Es distinto lo que es un gobierno local, de cercanÃa y proximidad, que la cuestión más general del paÃs.
Todo indica que Sabbatella, ejecuando órdenes superiores, ha decidido desperdiciar la oportunidad que el fallo de la Corte Suprema le ofrece para avanzar sin abrir la puerta a nuevos planteos judiciales. No escucha siquiera voces como la del periodista Horacio Verbitsky, quien desde su columna habitual de Página 12 escribió ayer que ahora sà llegó la hora de regular el reparto de la publicidad oficial (también mencionó que serÃa oportuno sancionar una ley de acceso a la información pública).
Queda demostrado que, aquella polÃtica que algunos postulaban como transitoria (hasta que el Grupo ClarÃn cumpla con la ley), esconde en verdad otras intenciones, mucho más duraderas.
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