Dicen que estoy en el banquillo
Por Jorge Lanata para ClarÃn
18/08/12
Ahà sentado, en el banquillo de los acusados, ansioso pero controlado, dando pequeñas pataditas contra el piso, recuerda vagamente al personaje de Jorge AsÃs en “Cuadernos del acostado” . Un tipo “en la lona moral”. Aunque Rodolfo Zalim peleaba contra su historia y Fernando de la Rúa pelea contra la Historia. Lleva doce años molesto con la imagen que le devuelve el espejo. Es, a la vez, una especie de Dorian Gray: mantiene siempre la misma apariencia de aquel cuadro pintado en 2001, el traje prolijo, la edad incalculable, siempre tiene más de setenta, menos de setenta, los zapatos con hebilla dorada, el uniforme que en cualquier lugar del Barrio Norte pasarÃa inadvertido . Pasó la última década como un preso, planificando su defensa. Un preso de lujo en el Marayuà Country Club de Chapadmalal, donde pasó sus vacaciones de 2012 y fue sorprendido por la revista Gente: –“¿Vacaciones?”, se exaltó, “¿Qué vacaciones?
Yo estoy trabajando… trabajando duro… ” Sus amigos dicen que no cobra la pensión de ex presidente –unos 35.000 pesos– ya que no completó su mandato , pero retira mensualmente la que le corresponde como ex senador, unos 25.000 pesos. Después de 2001 cerró su estudio jurÃdico de Lavalle 1447, 2° E, vendió su departamento de Montevideo al 1600 y pasó un breve ostracismo en su quinta de Villa Rosa, en Pilar, unas cinco hectáreas que limitan con el rÃo Luján.
La rutina lo defiende de lo extraordinario: va dos veces por semana al estudio contable Troncoso Giambruni & Asociados en la calle Viamonte, habla otras dos veces con su abogado Jorge Kirszenbaum, y se encuentra periódicamente con alguno de sus dos amigos: los ex ministros Nicolás Gallo y Héctor Lombardo . Es socio del Jockey Club, donde paga una cuota que oscila entre 1.500 y 2.000 pesos por mes más un plus de 40 pesos para usar el gimnasio. Sus profesores lo califican como un poco “lento” para el ejercicio : veinte minutos de cinta y algunos ejercicios de estiramiento; short clásico, zapatillas Nike y remera de algodón.
A veces, frente a la lectura de los diarios, el pasado se le vuelve presente: muchos de sus funcionarios disfrutan ahora del poder del kirchnerismo: – Juan Manuel Abal Medina fue director del INAP (Instituto Nacional de la Administración Pública).
– Nilda Garré , viceministra del Interior.
– Débora Giorgi , secretaria de Industria y EnergÃa (“Pensar que a Débora la cargábamos por lo obsecuente que era con Fernando”, recordó un ex funcionario radical a este diario).
– Diana Conti , secretaria de Derechos Humanos.
– AnÃbal Ibarr a, jefe de gobierno por la Alianza.
– Adriana Puiggrós , secretaria de Ciencia y Técnica.
– DarÃo Alessandro , jefe del bloque de Diputados.
– Eduardo Jozami , legislador.
– Abel Fatala , legislador y luego secretario de Obras Públicas de Enrique Olivera.
Todos parecen haberse reinventado a su alrededor, hasta sus hijos, prósperos ejecutivos del mainstream musical . Quizá Agustina haya sido la más fiel a su destino de Recoleta: tiene 43 años, está casada con el ingeniero agrónomo Juan Petracchi y antes del matrimonio preparaba tortas.
“Le iba muy bien con la Rogel, los lemon pie y la tarta de frutilla ”, evocó hace un tiempo su madre, Inés Pertiné, en una entrevista de La Nación. Pero también el derrame de la fortuna musical llegó a Agustina: en 2002 Shakira le facilitó una importante suma de dinero para que la hija del ex presidente no perdiera su departamento .
Antonio tiene 39 y pasó diez años como esposo y manager de Shakira . “Seguiremos en adelante como socios”, dijo en enero de 2011 en la página web de la cantante, y delegó el trabajo de manager en su hermano AÃto. Según Helà Abel Torrado, abogado de la sociedad, Shakira y Antonio formaron una empresa donde cada uno aportó 20.000 dólares . Con el tiempo compraron propiedades en Barranquilla, en República Dominicana, en la isla privada de Bonds Cay de Bahamas, una mansión en Miami, un penthouse en Nueva York, una casa de fin de semana en Capri y una chacra en Punta del Este.
Según el diario El Universal de México, la fortuna a repartir fue de unos 300 millones de dólares , y Antonio se quedó con la mitad. Hoy vive en Nueva York, donde controla los negocios del banco de inversión G2 Investment Group con su socio Todd Morley y está de novio con Daniela Ramos de 24 años, ex Miss Mundo Colombia, DJ y estudiante de diseño gráfico. Hay quienes especulan con una boda en marzo del año próximo en Marruecos. AÃto tiene 36 años y vive entre Nueva York y Buenos Aires , donde tiene un departamento sobre la calle Maipú, cerca de la Plaza San MartÃn.
El otro protagonista de esta historia es Mario Pontaquarto , el ex secretario parlamentario que dice haber llevado las coimas del Senado. El arrepentido pasó cerca de un año trabajando en Carlos Paz, en el restaurante cubano “Oye chico”, y atraviesa un cuadro depresivo . La estrategia de los radicales se basa en minar su testimonio y el mismo Pontaquarto les dio una mano: fue condenado hace poco por no rendir 6.000 dólares de viáticos a la Cámara Alta. El, por su parte, asegura que hay nuevas pruebas que involucran a los imputados y que nadie podrá hacerlo callar como aquella vez en 2005, cuando fue censurado en el programa “TVR” durante la época anti K de Diego Gvirtz por América TV, luego de la cual se refugió en Canal 13. El programa fue censurado y reeditado por el canal de Vila y Manzano y a Pontaquarto, el “crÃtico invitado”, sólo se le veÃa la nuca.
La elevación a juicio oral demoró doce años: uno de los imputados murió y otro tiene Alzheimer . Las audiencias, calculan los cronistas judiciales, durarán hasta fines de 2012.
Investigación: JL/MarÃa Eugenia Duffard/Amelia Cole
Por Jorge Lanata para ClarÃn
18/08/12
Ahà sentado, en el banquillo de los acusados, ansioso pero controlado, dando pequeñas pataditas contra el piso, recuerda vagamente al personaje de Jorge AsÃs en “Cuadernos del acostado” . Un tipo “en la lona moral”. Aunque Rodolfo Zalim peleaba contra su historia y Fernando de la Rúa pelea contra la Historia. Lleva doce años molesto con la imagen que le devuelve el espejo. Es, a la vez, una especie de Dorian Gray: mantiene siempre la misma apariencia de aquel cuadro pintado en 2001, el traje prolijo, la edad incalculable, siempre tiene más de setenta, menos de setenta, los zapatos con hebilla dorada, el uniforme que en cualquier lugar del Barrio Norte pasarÃa inadvertido . Pasó la última década como un preso, planificando su defensa. Un preso de lujo en el Marayuà Country Club de Chapadmalal, donde pasó sus vacaciones de 2012 y fue sorprendido por la revista Gente: –“¿Vacaciones?”, se exaltó, “¿Qué vacaciones?
Yo estoy trabajando… trabajando duro… ” Sus amigos dicen que no cobra la pensión de ex presidente –unos 35.000 pesos– ya que no completó su mandato , pero retira mensualmente la que le corresponde como ex senador, unos 25.000 pesos. Después de 2001 cerró su estudio jurÃdico de Lavalle 1447, 2° E, vendió su departamento de Montevideo al 1600 y pasó un breve ostracismo en su quinta de Villa Rosa, en Pilar, unas cinco hectáreas que limitan con el rÃo Luján.
La rutina lo defiende de lo extraordinario: va dos veces por semana al estudio contable Troncoso Giambruni & Asociados en la calle Viamonte, habla otras dos veces con su abogado Jorge Kirszenbaum, y se encuentra periódicamente con alguno de sus dos amigos: los ex ministros Nicolás Gallo y Héctor Lombardo . Es socio del Jockey Club, donde paga una cuota que oscila entre 1.500 y 2.000 pesos por mes más un plus de 40 pesos para usar el gimnasio. Sus profesores lo califican como un poco “lento” para el ejercicio : veinte minutos de cinta y algunos ejercicios de estiramiento; short clásico, zapatillas Nike y remera de algodón.
A veces, frente a la lectura de los diarios, el pasado se le vuelve presente: muchos de sus funcionarios disfrutan ahora del poder del kirchnerismo: – Juan Manuel Abal Medina fue director del INAP (Instituto Nacional de la Administración Pública).
– Nilda Garré , viceministra del Interior.
– Débora Giorgi , secretaria de Industria y EnergÃa (“Pensar que a Débora la cargábamos por lo obsecuente que era con Fernando”, recordó un ex funcionario radical a este diario).
– Diana Conti , secretaria de Derechos Humanos.
– AnÃbal Ibarr a, jefe de gobierno por la Alianza.
– Adriana Puiggrós , secretaria de Ciencia y Técnica.
– DarÃo Alessandro , jefe del bloque de Diputados.
– Eduardo Jozami , legislador.
– Abel Fatala , legislador y luego secretario de Obras Públicas de Enrique Olivera.
Todos parecen haberse reinventado a su alrededor, hasta sus hijos, prósperos ejecutivos del mainstream musical . Quizá Agustina haya sido la más fiel a su destino de Recoleta: tiene 43 años, está casada con el ingeniero agrónomo Juan Petracchi y antes del matrimonio preparaba tortas.
“Le iba muy bien con la Rogel, los lemon pie y la tarta de frutilla ”, evocó hace un tiempo su madre, Inés Pertiné, en una entrevista de La Nación. Pero también el derrame de la fortuna musical llegó a Agustina: en 2002 Shakira le facilitó una importante suma de dinero para que la hija del ex presidente no perdiera su departamento .
Antonio tiene 39 y pasó diez años como esposo y manager de Shakira . “Seguiremos en adelante como socios”, dijo en enero de 2011 en la página web de la cantante, y delegó el trabajo de manager en su hermano AÃto. Según Helà Abel Torrado, abogado de la sociedad, Shakira y Antonio formaron una empresa donde cada uno aportó 20.000 dólares . Con el tiempo compraron propiedades en Barranquilla, en República Dominicana, en la isla privada de Bonds Cay de Bahamas, una mansión en Miami, un penthouse en Nueva York, una casa de fin de semana en Capri y una chacra en Punta del Este.
Según el diario El Universal de México, la fortuna a repartir fue de unos 300 millones de dólares , y Antonio se quedó con la mitad. Hoy vive en Nueva York, donde controla los negocios del banco de inversión G2 Investment Group con su socio Todd Morley y está de novio con Daniela Ramos de 24 años, ex Miss Mundo Colombia, DJ y estudiante de diseño gráfico. Hay quienes especulan con una boda en marzo del año próximo en Marruecos. AÃto tiene 36 años y vive entre Nueva York y Buenos Aires , donde tiene un departamento sobre la calle Maipú, cerca de la Plaza San MartÃn.
El otro protagonista de esta historia es Mario Pontaquarto , el ex secretario parlamentario que dice haber llevado las coimas del Senado. El arrepentido pasó cerca de un año trabajando en Carlos Paz, en el restaurante cubano “Oye chico”, y atraviesa un cuadro depresivo . La estrategia de los radicales se basa en minar su testimonio y el mismo Pontaquarto les dio una mano: fue condenado hace poco por no rendir 6.000 dólares de viáticos a la Cámara Alta. El, por su parte, asegura que hay nuevas pruebas que involucran a los imputados y que nadie podrá hacerlo callar como aquella vez en 2005, cuando fue censurado en el programa “TVR” durante la época anti K de Diego Gvirtz por América TV, luego de la cual se refugió en Canal 13. El programa fue censurado y reeditado por el canal de Vila y Manzano y a Pontaquarto, el “crÃtico invitado”, sólo se le veÃa la nuca.
La elevación a juicio oral demoró doce años: uno de los imputados murió y otro tiene Alzheimer . Las audiencias, calculan los cronistas judiciales, durarán hasta fines de 2012.
Investigación: JL/MarÃa Eugenia Duffard/Amelia Cole
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