La pobre esta enferma

En un acto con enfervorizados militantes de La Cámpora, Kolina y la JP, la presidenta Cristina Kirchner celebró ayer aquí el 202° aniversario de la Revolución de Mayo con una cerrada defensa de los refuerzos a los controles cambiarios , al extremo de que vaticinó que los que compren dólares perderán dinero.


La Presidenta

dedicó la fecha patria a defender el modelo económico, coqueteó con un recambio en el poder al decir que "es ineludible transferir la posta" y celebró los nueve años de gestión kirchnerista. "Les hemos devuelto a los argentinos la patria que nos habían arrebatado", enfatizó. Además, respondió a una denuncia de la Organización Mundial de Comercio (OMC) por las trabas a las importaciones: acusó a esa entidad de invocar un "proteccionismo legal" para países desarrollados y un "proteccionismo populista" para los emergentes.

En el teatro La Baita, ante 600 personas -era un lugar cerrado para resguardarse de su estado gripal-, la mandataria también tuvo espacio para contar su propia visión de la historia, de la supuesta influencia clave de Angola, a su juicio, en la gesta de Mayo (ver aparte), y hasta de "la verdadera historia de la escarapela".

Dejó en claro que permanecerá el fuerte control cambiario y defendió la última medida que obliga a informar a la AFIP la compra de paquetes turísticos a las agencias de viajes. Cristina rememoró que en 2002 un amigo de su familia, al que no nombró, lo fue a ver a su hijo Máximo para decirle que debía comprar dólares. "Compró dólares a 4,80 pesos porque creía que iba a aumentar a 10", añadió. E insinuó: "No sé qué habrá hecho con esos dólares o si los tendrá. Como verán todo se repite". Según ella, los que recomiendan ahora comprar dólares son los mismos que lo hacían en la época de la gran crisis.

El cerrojo sobre la compra de dólares se incrementará, aseguraban ayer en Bariloche allegados a la Presidenta. Eso a pesar de la fuerte presión que llevó casi a 6 pesos al dólar paralelo y que genera diversas complicaciones en los mercados (más información en el suplemento Economía & negocios).

Con todo su gabinete, Cristina Kirchner fue recibida por el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck. Había embajadores, autoridades religiosas de todos los credos y una decena de gobernadores, entre ellos, el bonaerense, Daniel Scioli. Ante ellos, anticipó que "hay que transferir la posta, porque es ineludible". Algunos lo leyeron como una sugerencia de que no buscará en 2015 la segunda reelección, que la Constitución le impide.

Scioli, que anunció su intención de ser candidato presidencial en 2015 hace dos semanas, permaneció con gesto adusto. La contracara era el vicepresidente Amado Boudou, sonriente, y vivado por jóvenes de Kolina.

"Quienes crean en la eternidad recen un rosario a la noche para darse cuenta de lo frágiles que somos", señaló Cristina Kirchner.

También contextualizó la desaceleración económica que preocupa a los gobernadores y a sectores económicos: "Hagamos un esfuerzo para estar unidos en este momento en que el mundo se desmorona".

Previo a ello, la Presidenta participó del tedeum en la Catedral de Nuestra Señora del Nahuel Huapi, a orillas del lago.

El obispo de Bariloche, monseñor Fernando Maletti, exhortó a no caer en "una acumulación egoísta" de bienes. "Los únicos tesoros que tenemos que acumular son los tesoros del cielo, que no se pueden robar", dijo.

Como para justificar su reciente misión comercial a Angola, nombró a Agostino Neto, padre de la patria angoleño, antes que a San Martín, Mariano Moreno, French, Beruti o Cornelio Saavedra.

Puso en un pie de igualdad los "202 años de la Patria" con el hecho de que "hace exactamente 9 años asumía él como presidente". Lo decía por su fallecido esposo, Néstor Kirchner. Y empezó por esa historia: al llegar al poder, narró, Kirchner le "tiró un discurso por la cabeza" que ella había escrito junto con el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini.

"Dijo que era una porquería el discurso y nos tiró diez o doce ideas", afirmó y señaló como principal la que decía que "cambio es el nombre del futuro". "Ese fue el eje de estos nueve años. Y la historia es así, la de los 202 años y la de los 9 años", sintetizó. Luego repasó lo que considera sus grandes logros y lanzó una súplica: "No me hagan enumerar todas las obras porque van a decir: «Esta aprovecha el 25 de Mayo para hacer propaganda»".

"Por favor, no me saquen de la Patria.", dijo y, cuando parecía que evocaría la gesta de Mayo, volvió: "¿Qué es tal vez lo más importante? Les hemos devuelto a los argentinos la Patria que le habían arrebatado". Y agregó: "Fueron dos gobiernos, pero es un solo proyecto".

Para llevar tranquilidad de que el dólar no aumentará y volviendo a su amigo, dijo: "El les creyó a la letra de molde o a los rumores". Y agregó: "Hemos escuchado cosas en estos 9 años y seguiremos escuchando".

Al responderle a la denuncia de la OMC por las trabas a las importaciones, Cristina Kirchner se quejó: "Es como que hubiera un proteccionismo legal, de los desarrollados, y un proteccionismo populista, de los emergentes", ironizó.