La clase obrera no piensa

"si la inflación fuera realmente del 25% anual, el país explotaría" Presidenta CFK, Harvard University, 2012
La clase obrera no piensa, no razona por su cuenta, y es controlada a distancia por perversos dirigentes sindicales. Sus integrantes no tienen necesidades, no pasan hambre. Reciben una orden y allí salen, a saquear supermercados, a enfrentar a la policía, a arriesgarse a un arresto altamente probable. No tienen autonomía, viven bien gracias a la Asignación Universal, y a pesar de eso, desagradecidos, salen en masa, violentos, como zombies, frente a la orden de saquear dada por los conspiradores, enemigos de este Histórico Proceso.
Es increíble que personas alguna vez progresistas, alguna vez preocupadas por la clase obrera, puedan llegar a suscribir una concepción así –tan clasista, tan reaccionaria, tan oligarca, tan de nuevo rico, tan ignorante de los miles que revuelven la basura cada noche. Cómo pueden repetir las mismas frases que la derecha más rancia? ("si tiene hambre no roba un plasma") Cómo pueden defender una concepción tan anti-sociológica?: el disparador puede ser cualquier cosa, la cuestión es por qué un fenómeno se expande, se mantiene, se reproduce en puntos tan distantes entre sí.
Es inaceptable, por lo demás, que la agencia oficial, pública, nacional, de noticias, simplemente sostenga, frente a los saqueos, que lo que ha habido son “robos organizados”, que se anime a titular, frente a un saqueo, que “delincuentes entran en un supermercado”.
Es inaceptable, también, que los medios oficialistas, autodefinidos como progresistas, no abran espacio serio para pensar sobre la miseria que desata reacciones, bronca, violencia; que hayan “informado” todo el día desde la certeza de la conspiración, de la responsabilidad de los que manejan a la clase obrera por control remoto, de los que buscan que no se note el éxito en el que vivimos, la felicidad que reina en las villas: son menemistas de la peor calaña, con una concepción miserable, arrogante sobre la clase obrera.
Como es inaceptable que, primero, la dirigencia oficial acuse irresponsablemente a opositores (el jefe de gabinete invirtiendo la carga de la prueba le exigió al líder obrero que "demuestre" que no es el culpable de todo), y luego la TV pública, nacional, de todos, tan ligeramente, tan cínicamente, tan arbitrariamente y sin pruebas, se pase el día hablando de los dirigentes sindicales que organizaron saqueos simultáneos, en todo el país (qué impresionante capacidad de movilización que tienen estos dirigentes irrepresentativos, qué capacidad para obligar a "sus" obreros a arriesgar hasta la vida, por nada). Ojalá la justicia haga algo, con todos ellos, que los condene por la inexplicable brutalidad de acusar sin pruebas, a personas concretas, de mentir mentir mentir descaradamente. Pena verlos, en tan poco tiempo, convertidos en (otra forma de) la oligarquía corrupta que poco atrás denunciaban.

Roberto Gargarella 
http://seminariogargarella.blogspot.com.ar/2012/12/la-clase-obrera-no-piensa.html

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