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La Dotora

John Sunday solía decir que las revoluciones se hacen con tiempo o con sangre. Si no hubiera tenido ese contratiempo del paso a la eternidad en 1974, habría sido testigo de un gobierno que gasta mucho tiempo en justificar una supuesta revolución en la cual se derrama sangre, pero de tipos cuyos únicos actos revolucionarios son salir a laburar y, de vez en cuando, llevar a comer afuera a la patrona. 
Este último martes se cumplieron 39 años del atentado que terminó con la vida de José Ignacio Rucci, pocos días después de que Perón ganara una elección por el 62% de los votos y un par de semanas antes de que asumiera su tercer mandato, 18 años despúes de haber sido derrocado en 1955, casualmente, también en septiembre. Los militantes que soñaban con la revolución socialista de un General del Ejército Argentino, supusieron que era una buena idea tirarle un fiambre al Presidente electo para obligarlo a negociar. Se ve que la creatividad no era el fuerte de la agrupación de niños bien y ultracatólicos, y así fue como se cargaron al titular de la Confederación General del Trabajo. Siendo Rucci un tipo laburante, honesto y peronista, es entendible que lo hayan elegido como blanco.
Consideraciones históricas al paso, a mediados de 2003, mientras el gobierno Néstor Kirchner impulsaba los juicios contra todo aquel que se vistiera de verde –y usara jineta- durante la década del ´70, hubo a quien se le ocurrió pedir la extraditación de María Estela Martínez, viuda de Perón, a fines de indagarla. Desde la oficina de Moyano respondieron reactivando el expediente por el crimen de Rucci, mientras empapelaban la ciudad de Buenos Aires con la consigna “No jodan con Perón.” La ecuación sindical era sencilla: Cogote Bonasso había descansado en los laureles de los indultos de Carlos Saúl, y escribió un librito relatando los pormenores de aquella gesta de la revolución de los coladores humanos y, por esas cosas de los devenires del destino, varios de esos nombres figuraban en la sección designaciones del Boletín Oficial. O sea: ustedes se meten con el último gobierno peronista, pero se vienen con nosotros. En este mismo marco, el martes se llevó a cabo una protesta frente a los tribunales federales de la Capital Federal, donde se reunieron la viuda de Rucci y sus hijos, acompañados por Moyano, Venegas, Rico, De Narváez, el Adolfo, Pepe Scioli y el gallego De La Sota, entre otros. El objeto: reclamar por el archivo de la causa que investiga el asesinato del dirigente gremial, medida adoptada por el Juez Lijo a expensas de no haber practicado ni una sola de las medidas propuestas por la querella. 
El argumento de si es lesa humanidad o no, sinceramente me parece tan fútil que hasta cansa. Más allá del bien y del mal, me resulta arbitrario y excluyente el argumento de “la utilización del aparato del Estado,” cuando ni siquiera el Estatuto de Roma –documento del cual se desprende el concepto de Lesa Humanidad- comprende tal arbitrariedad y simplifica la acción típica como la cometida dentro del plan de una organización política. Incluso, si me tomo la libertad de aceptar la interpretación argentina, no sabría dónde meter los crímenes cometidos por Montoneros en su plan de lucha orgánica para la toma del poder, si en cuyo camino contaron con la colaboración –orgánica, también- de militantes en cargos de autoridades policiales, ministros, secretarios de prensa y demás yerbas. 
Algún tarambana vendrá a correrme con mi militancia por la teoría de los dos demonios. Les ahorro el laburo: la teoría de los dos demonios me aburre. Sentenciar como absoluto y acotado en el tiempo una situación que duró –y aún dura- muchos años de devenires, es subestimar lo ocurrido y convertirlo en una mera crónica. Más si tenemos en cuenta que los indultos de los años 1989 y 1990 no liberaban sólo a los militares. Curiosamente, son de los pocos decretos cuyos anexos –donde está el listado de los sujetos indultados- no figuran en el sitio de consulta jurídica del Estado nacional, Infoleg (sólo dice “indultos a personas varias”) quizás para no escrachar a nadie que no se llame Videla o Lambruschini y, de este modo, garantizar que pueda opinar impunemente sobre la impunidad de los demás. 
Los detalles menores no sólo comprenden el documento redactado y firmado por la comandancia montonera en 1987 pidiendo por la reconciliación nacional, sino que también incluyen el pedido expreso –y apoyo de campaña incluido- de esa misma dirigencia subversiva al entonces número puesto para la Presidencia, Carlos Saúl Menem. El documento –lo tiro al paso- estaba firmado por el Pepe Firmenich, Pascualito Montoto, Galimba y Emilio Pérsico. Sí, el mismo hobbit del Movimiento Evita. Los indultos fueron promovidos, también, por los Montos. Antes que esto, y durante la década del ´80, la guerra comunicacional de Montoneros no era contra Clarín o La Nación, sino contra Horacio Verbitsky. Y es que el Perro, antes militante Monto, no sólo había pegado el saltito lo suficientemente a tiempo como para terminar laburando para la Armada, sino que era acusado por Galimberti como uno de los mayores defensores de la teoría de los dos demonios, por esas consideraciones que tenía Verbitsky sobre “la nueva era” que se iniciaba en la Argentina gracias a que estaban detenidos los cabecillas guerrilleros y los altos mandos militares. Que Verbitsky haya cambiado de opinión, no sorprende. Él también forma parte de ese grupo periférico que no participó de decisión alguna por aquellos años pero que hoy siente el deber moral de juzgar a cualquiera que no piense como él. 
Por estos días, Mamá Hebe también dijo lo suyo en el portal de Las Madres S.A. respecto de la convocatoria de ayer. Doña Hebe se ofuscó por un reclamo de justicia y aseguró que Moyano es la creme de la creme de la derecha más recalcitrante de la Argentina. Me dio ternura, la misma ternura que me daría si la viera hablar de física cuántica. Evidentemente, Hebe no tiene la más pálida idea de lo que se define por derecha, izquierda, sindicalismo y, obviamente, peronismo. Se acordó también de De La Sota, al referir que el Gallego le había dicho que debería haber cuidado más a sus hijos, pero no dijo nada de los doce años que Néstor Kirchner fue Gobernador de Santa Cruz, doce años en los que nunca adhirió a la conmemoración por el 24 de marzo, doce años durante los cuales se negó sistemáticamente a recibir a las Madres de Plaza de Mayo. 
Mamá Hebe, por último, habló en nombre de todas sus compañeras al referir que sus hijos “lucharon por un país justo, libre y soberano” y que hoy, junto a Cristina, están “haciendo la patria que ellos querían.” Doy por sentado que la lucha armada por la obtención de la patria socialista tenía una intención final que distaba mucho de esta democracia sojera, impresora de billetines y redistribuidora de subsidios, más allá de si me cae simpática la idea del socialismo, o no. Pero el planteo de Hebe, lógicamente, era descalificar un pedido de justicia, por tratarse de “los que denunciaron a nuestros hijos.” Sinceramente, a mí el tema me tiene sin cuidado. El supuesto rechazo masivo de la sociedad a los indultos de 1989 y 1990 del que hoy hablan todos, parece que no afectaron las elecciones venideras del Partido Justicialista, las cuales ganó por paliza durante una década. La sentencia de que un homicidio cometido por una organización política con apoyo del Estado como parte de un plan sólo puede considerarse de Lesa Humanidad si el autor pertenece a las Fuerzas Armadas o de Seguridad, lo tomo como el corolario final de lo sucedido a fines de los ´80, la consagración de la impunidad de quienes se vieron beneficiados por lo mismo que hoy condenan. Que se le va a hacer, cosas del abuso de la justicia. Después de todo, “no saben lo que es haber sido joven en dictadura,” como dice la que la pasó tan pero tan mal que se puso a expropiar viviendas para pensar en otra cosa. 
Porque mientras acá discutimos estas cosas, la Presi está de gira por Estados Unidos, donde concurrió para exponer en la Organización de las Naciones Unidas. El discurso que dio no es muy distinto a los que brindó en las anteriores cinco ocasiones: Malvinas, imperialismo, Amia, consejos para Europa y Estados Unidos, a ver si de una vez por todas logran salir de la crisis económica, y todo amenizado con alguna que otra frasecita en inglés. Cotizó en alza la carita de ojete, aunque la exposición oral de nuestra Presi rindió homenaje a la TV Pública, teniendo una de las audiencias más bajas de la jornada, a pesar de sus consejos para solucionar el déficit de la balanza comercial intergaláctica. 
El show vino después, más precisamente ayer por la tarde, cuando se presentó en la Universidad de Georgetown para brindar una especie de exposición ante un grupo de estudiantes de la casa de altos estudios. La intención era inaugurar la Cátedra de Argentina, aunque después de la charla con la Presi, las autoridades universitarias evalúan crear la Licenciatura en Argentinología. La única contra es que no sabrían en cuál facultad acomodarla: fósiles políticos hablando de renovación, izquierdistas defendiendo a neoliberales, radicales peronistas, sindicalistas amigos de la patronal, la opción de la izquierda representada por un androide germano-santafecino, la de la derecha comandada por un empresario de centro, los nenes bien llamando gorilas a los que nacieron con el carnet del PJ tatuado en las nalgas, y multimillonarios empresarios que acusan de multimillonarios empresarios a la clase media que protesta. Está complicado el asunto, pero no dudamos en que puedan solucionarlo. 
La Presi arrancó parca, con un breve raconto de la historia argentina -a su modo de ver, claro- en el que contó que tenemos una Constitución similar a la de Estados Unidos, un pasado en común como colonias imperiales y hasta una guerra similar a la de la Secesión. En nuestro caso, Cris habló de Caseros, donde mencionó que fue derrotado un modelo de país de producción con valor agregado. De este modo, lo primero que aprendieron los estudiantes de la historia argentina, es que Urquiza venció a Rosas para reimplantar el uno a uno, indultar a las Juntas Reales y posibilitar que la clase media rioplatense pudiera ir a gastar plata en el Harrods británico. También aprendieron que si Rosas hubiera tenido a mano un portal al futuro, habría adoptado el modelo revolucionario de Cristina, que es como el de Rosas, pero con menos rojo punzó y más negro azabache. Quien parece haber tenido ese contacto con el futuro lejano, fueron los expresidentes norteamericanos Washington y Lincoln, que según la Presi, aplicaron un modelo virtuoso de producción cristinista, sentando las bases para la Nueva Roma, aunque durmieron en eso de los planes asistenciales. 
Ya más relajada, Cris tiró un chascarrillo al decir que “Estados Unidos es el único país del mundo que no padeció Golpes de Estado porque es el único que no tiene embajadas norteamericanas.” Nobleza obliga, el chiste, aunque viejo, es bueno, casi tanto como decir que Suecia es el país europeo más alejado de la crisis económica porque no cuenta con embajador argentino. A continuación, en los Estados Unidos en los que la deuda pública supera al PBI, la Presi afirmó que el gobierno de De La Rúa voló por los aires sólo por culpa de tener más deuda que PBI, cosa que ahora no pasa porque estamos joya, con un montón de conceptos de deuda pública que antes eran considerados y ahora no cuentan a la hora de evaluar los números del Estado. Después de opinar sobre la crisis Europea, afirmó que no pensaba hablar sobre la situación internacional, dado que hoy, jueves, debe repetir cátedra en Harvard y se aburre de decir siempre lo mismo. Para finalizar su exposición, la genia tocó un tema de la materia "Relato Aplicado" al referir que "el gobierno de Néstor Kirchner llevó adelante la transformación social, educativa, económica y social más importante de la que se tenga memoria, se mida con la vara con que se mida," para delirio de la monada kirchnerista que la miraba por TV -viajar a Estados Unidos no sale barato, pero es algo que están dispuestos a aguantar para mantener la gran bonanza- y la depresión de los pocos peronistas que aún no se rebanaron el escroto. 
El tiempo dedicado a las preguntas trajo su primer dolor de cabeza a la segunda requisitoria, cuando un pibe de "Minchingan" -para Cris, existe Minchingan- quiso saber por qué los estudiantes de Georgetown podían hablar con ella, y la prensa argentina, no. La Presi se cagó de risa y dijo que con la prensa habla todos los días, lo cual no quiere decir que acepte preguntas de periodista alguno. Luego cambió la defensa y aseguró que le encantaría dar más conferencias de prensa, pero no están dadas las garantías de que no le pregunten pelotudeces como el paradero de Julio López, o qué onda con el índice del Indec, o si la costumbre de sortear a Oyarbide como Juez de las causas de los funcionarios es a drede o responde sólo a la tremenda buena suerte del petiso magistrado a la hora de jugar al Bingo. Después, pateó la pelota afuera y habló de lo maravilloso que es reconocer que no existe el periodismo independiente, que hasta ese alumno molesto de "Minchingan" tiene su ideología y que en Estados Unidos los diarios no tienen problemas en apoyar públicamente a los candidatos presidenciales. Es la melancolía de la Presi: desde que Clarín dejó de hacer las campañas del kirchnerismo, sólo le quedan Tiempo Argentino, El Argentino, Página/12, Revista Veintitrés, Crónica, Canal 9, la TV Pública, América TV, Telefé, CN23, C5N y un puñado de revistas ilegibles, pero que bancamos entre todos. 
Otro muchacho quiso saber qué opinaba la Presi del Fondo Monetario Internacional. Cris dijo lo de siempre, pero generó cierta compasión cuando dijo que el 2% de inflación anual de los Estados Unidos es trucho y que se puede comparar con lo que aumentan anualmente los pasajes de colectivos. Increíblemente, en Argentina los bondis no aumentan hace añares, pero la inflación oficial es del 9%. Más allá de la confesión innecesaria de que en Argentina truchamos hasta los índices de las manos, demostró su entendimiento en matería de economía comparada: si sube el bondi en Yankilandia, mienten en la inflación, si acá no sube, tener el cuadruple de la norteamericana es un buen síntoma. 
Un lindo momento de la velada, se vivió cuando Nicole le preguntó a Cristina si se podía vivir con seis pesos por día. Cris le echó la culpa a los medios y refirió que si tuvieramos una inflación del 25% anual, sería imposible obtener un superávit recaudatorio del 25% anual. Si la frase la hubiera dicho en la Rosada, los aplaudidores de la patria contratada habrían acabado en seco. En Washington no había aplaudidores, pero el ruido de las mandíbulas contra el piso bien pudo suplirlos. Para finalizar la respuesta, la Arquitecta de Ramsés, viajante perpetua de helicópteros e incapaz de asomarse por la ventana de la Rosada para ver cuántos duermen en las esquinas de la Plaza de Mayo, afirmó que hay que recorrer las calles de Argentina para ver lo bien que vive la gente. Para ello, la Presi invitó a la pícara estudiante a que venga a Buenos Aires. Fuentes consultadas por este medio informaron que la chica lo iba a pensar, pero que el ofrecimiento por parte de Vatayón Militante para hacerle degustar las bondades del cristinismo, le resultaban sospechosas y poco prudentes.
La cosa se complicó cuando un venezolano y un negro preguntaron por Chavez y Paraguay, respectivamente. Al negro lo llamó "Haití" porque le resultaba más fácil que el nombre -y, suponemos, combinaba con la piel- y le explicó cómo era un proceso de juicio político en Argentina. Con el venezolano se durmió y tardó un tiempo en darse cuenta que el pibe no compartía las ideas del chavismo, a pesar de que la pregunta fue si la región expulsaría a Venezuela en caso de que Chávez reconociera una derrota electoral. Cris refirió que Chávez es profundamente democrático porque se sometió a catorce elecciones, el pibe le recordó el intento de golpe de Estado de Chávez de 1992, y Cristina le dijo que eso fue en marco del Caracazo y que no estuvo tan mal, a pesar de que dicho evento había ocurrido en 1989. Luego de informar que ya se retiraba porque tenía que ir al VIP, la Presi le dijo al venezolano que tenía que ser un poquito más tolerante, y le puso como ejemplo a los musulmanes. 
Así, pidiendo la hora frente a un grupo de estudiantes universitarios, Cristina finalizó su exposición en Georgetown. Y aunque corrieron rumores de un repentino aumento en la deserción universitaria en Washington, lo cierto es que el espectáculo de ayer huele a poco en comparación con lo que podría encontrarse Cris en la universidad de Harvard esta tarde. De este lado del planeta, la Cole quiere colgar de las tarlipes a Timerman por andar de buenas migas con Irán, los sindicalistas opositores reclaman justicia y los oficialistas de la CGT Balcarce no fueron ni a misa, a pesar de que Rucci era de la UOM de Caló. Entre el común de los mortales, algunos que lloraron por la muerte de Néstor, cuestionaron la supuesta honestidad de un tipo asesinado cobardemente. El algo habrán hecho, está de vuelta. El resto no pedimos mucho, dado que aún no nos reponemos del shock de fumarnos a Boudou de Presidente en ejercicio, y ni siquiera así tener descanso de las gansadas de nuestra Excelentísima Señora Presidenta de Todos y Todas los Argentinos y Argentinas. 
Jueves. La mejor oposición a Cristina es su propia oratoria.

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