La Dotora en Harvard - rdp

La Dotora en Harvard

 http://www.relatodelpresente.com/2012/09/la-dotora-en-harvard.html

 Sublime. Sinceramente, no tengo más que palabras de agradecimiento para el cráneo de la vida que pensó que era una buena idea que Cristina respondiera abiertamente preguntas efectuadas por los alumnos de dos universidades norteamericanas. Porque una cosa es escuchar sus delirios de arquitecta del Nilo reencarnada en Tolosa, con la patria contratada aplaudiendo cual focas en Mundo Marino y los funcionarios sonriendo más que Oyarbide en joyería; y otra cosa, muy distinta, es ver cómo se explaya tranquilamente, para luego someterse a las preguntas de la audiencia que en vez de cobrar por verla, paga la cuota de la Universidad.
No sabemos si se debió al cansancio, o el tránsito lento del viaje la dejó achanchada, lo cierto es que habló lento y pausado, como para que todos entiendan sus ideas para la salvaguarda de la economía mundial y la preservación de la especie. Nuevamente habló de las bondades del modelo de redistribución del subsidio con base en impresión de billetes con valor sojero agregado, comparó la crisis de Grecia con la de Argentina en 2001 y reiteró que no se puede esperar curas al aplicar la misma medicina que fracasó en otras oportunidades. A continuación, inició una serie de afirmaciones que resultarían simpáticas, si no fuera que son los mismos chamuyos que tira acá cada vez que puede. "Las reservas, cuando asumió Néstor Kirchner, eran de 9 mil millones de dólares, y ahora están en 40 mil millones", refirió la oradora, obviando el detalle de que esos 40 mil millones están más dibujados que Abal Medina como Jefe de Gabinete. Entre bonos de financiamiento al ejecutivo y otras yerbas, en el Banco Central hay menos verde que en una protesta sin Gendarmería. El resto, son papelitos multicolores sin respaldo alguno, con lo que tienen el mismo valor que un juramento de funcionario. A continuación, afirmó que este gobierno se ha dedicado a desendeudar. Pensé que se refería a las manitos que da la Afip para licuar las deudas de empresarios amigos, pero no, hablaba de la deuda externa, esa que según Carlos Heller se redujo en un 70%, y según el Indec llegó a los 141 mil millones de dólares. Una ganga a cotización oficial.
Consciente de que no todas son flores, recordó que Argentina todavía no es Disneiguol -término del cristinglish que sumamos a "Oscors", "Minchingan" y "Sosguar", para la envidia de Carlos Tévez- aunque acá consideramos que ni calificamos para la República de los Niños de Gonnet. Se ve que la nueva onda es el dèjá vù noventista, y si bien ella pudo no haber hecho todo, que hizo mucho, nadie puede negarlo. Por eso retomó la crisis económica internacional y se dedicó a analizarla desde su rol de integrante del G-20 y hasta habló de la igualdad de género y el respeto por la mujer en la misma semana en que el matón de pelotero que tiene por secretario de Comercio fue denunciado por violencia y amenazas contra una mujer. Aunque no entendió que la llevaron más con fines antropológicos, que para escucharla analizar la historia de norteamérica, hay que reconocer que le puso tanta onda, que se le acabó a la hora de responder preguntas.
La primera en preguntar fue una argentina que quiso saber qué opinión tenía sobre los posibles resultados de las próximas elecciones norteamericanas. Cristina se disculpó por no poder responder a esa requisitoria, dado que no corresponde a una primera mandataria opinar sobre la política interna de un país en pleno proceso electoral. Todo un avance, más si tomamos en cuenta que, veinticuatro horas antes, dedicó catorce minutos de exposición a defender la vocación profundamente democrática de Hugo Chávez, de cara a los próximos comicios venezolanos. El siguiente turno, también le tocó a un compatriota, que quiso saber por qué el resto de la región sudamericana puede crecer sin cepo cambiario. Cris afirmó que "cepo cambiario" es un título mediático, dado que en Argentina no existen restricciones para comprar dólares, afirmación para la cual se sostuvo en que nuestro país tiene un promedio superior a cualquier país del mundo en cantidad de dólares por habitante, después de Estados Unidos, claro. Realismo mágico puro: el promedio, por definición, surge de la división de un total, por sobre otro total. Sin embargo, para Cristina, Salustriana cuenta con 3.600 dólares, al igual cualquiera de los millonarios patrios, funcionarios incluidos. 
Después justificó el cepo en razones heroicas, al referir que las autoridades colombianas, al prestar colaboración en la lucha contra el narcotráfico -por los resultados vistos, no sabemos la lucha de qué país- se sorprendieron por la gran cantidad de dólares circulantes en Argentina. Agregó que comprende que el argentino tiene fascinación por el dólar desde la dictadura, y la potenció durante la década del ´90, pero que ella es una mujer responsable y no piensa mantener la mala costumbre que ya tantos dolores de cabeza le trajo a su familia, a sus propiedades, a sus declaraciones juradas y a sus gastos excesivos en el exterior. Para finalizar, afirmó que los dólares los necesita para pagar los vencimientos del Boden 2015, como así los necesitó para pagar los del Boden 2012, a pesar de no ser deuda colocada por la gestión kirchnerista. Se ve que el 30 de octubre de 2005, Cris estaba con lipotimia o jugando a la canasta con los asesores y no se enteró que su exvivo marido estaba emitiendo los Boden 2015, del mismo modo que tampoco se enteró en septiembre de 2004, cuando el futuro Nestornauta emitía los Boden 2014. La Presi culminó su respuesta al recordarle que el preguntón se encontraba en Harvard y que muchos argentinos no podían llegar al otro extremo de la escala evolutiva de las Universidades, que para Cris es la Nacional de La Matanza.
Le llegó el turno a un venezolano que quiso saber qué onda con eso de atacar a cualquiera que opine distinto que el gobierno, y la Presi le recordó el caso Judith Miller, la periodista que fue detenida por no revelar la fuente que le informó que la esposa de un embajador era agente de la CIA. Para la Presi fue un atentado a la libertad de prensa, para otros, una pena aplicada por violar la seguridad nacional, tal como hiciera Gustavo Béliz cuando era ministro del Interior de Néstor Kirchner. Posteriormente, otro argentino quiso saber si se va a reformar la Constitución Nacional. Cris dijo que no estaba en sus planes ni era su deseo. El salvadoreño que siguió en orden, preguntó qué pensaba hacer después de 2015, momento en el que Cristina se puso en mística y disparó para cualquier lado.
La cosa se puso interesante cuando una norteamericana que vivió en el país varios años, le preguntó a la Presi si, a pesar de no ser economista, tenía alguna explicación para el aumento de su patrimonio de dos millones de pesos a setenta palitos en tan sólo ocho años. "No sé de donde sacaste eso," refirió la Presi, negando hasta por las dudas lo que obraba en su propia declaración jurada hasta hace un año -70 millones en bienes gananciales- y que decreció tras la sucesión por la muerte de Néstor Kirchner. Asimismo, aseguró que ella siempre ejerció libremente la profesión de abogada y que puede justificar todos y cada uno de sus bienes, excepto, claro, el primer millón, pero para eso están los contadores de la Afip. Con carita de víctima, sostuvo que en Argentina los funcionarios son considerados culpables hasta que puedan demostrar lo contrario, frase con la que casi arranca un par de lagrimones del Chino Zaninni, quien pronto recordó cuánta tiene guardada, y recuperó la sonrisa inmediatamente. Es increible, pero gracias a la exposición de Cristina en la escuela de gobierno de Harvard, comprendimos que su concepto de igualdad alcanza a todos y todas, y que así como los millonarios funcionarios son injustamente investigados, el Gobierno se ha encargado de equiparar el trato con el común de los ciudadanos: para comprar dólares, hay que demostrar que no somos evasores.
A continuación, le tocó el turno a un pendex que dijo sentirse privilegiado por ser uno de los pocos argentinos que pueden hacerle preguntas a Cristina, para luego preguntar si no era hora de hacer algún tipo de autocrítica por las obras de arte abstracto que entrega Guillermo Moreno cada mes, en concepto de índice de precios al consumidor. La Presi se lo tomó a mal, cambió el tono, y dijo que esa clases de planteos no son para Harvard, sino para La Matanza. Siempre sospeché que Cris se sentía aliviada cada vez que podía tomarse el palo de este país lleno de gronchos desagradecidos, pero que lo diera a entender tan someramente, me resultó un poquito chocante. De tamaña desprestigio matancero, puede desprenderse que en Harvard tenían que hacerle preguntas más top, y que las preguntas molestas se las debían dejar a los hinchatarlipes del oeste bonaerense, si es que alguna vez se la cruzaban en la décimo novena inauguración del hospital infantil de Ciudad Evita. 
Ofuscada, respondió que ella habla con millones de argentinos todos los días, confundiendo nuevamente el concepto de diálogo, con el de monólogo por cadena nacional. Automáticamente, arremetió contra el periodismo integrante de "los medios de oposición", recordó que en nuestro país tenemos un grupo monopólico que se niega a cumplir la ley de medios, aunque no aclaró si se refería al de Cristóbal López, o al de Magnetto, y afirmó que Estados Unidos es mucho más estricta en la aplicación de multas antimonopólicas, a tal punto que ni "Maiquelsof" se ha salvado. Mientras algunos estudiantes intentaban adivinar si se refería a Microsoft o a alguna franquicia suave de Michael Jackson, Cris tiraba la bronca porque siendo Presidente y encontrándose en la Escuela de Gobierno, sólo le preguntaban por cuestiones vinculadas a los medios. Podría haber ahondado un poquito en el derecho a la libertad de prensa, pero prefirió criticar a la casa de altos estudios anfitriona, y a todo su alumnado. Por último, le pidió al revoltoso preguntón que dijera de dónde proviene, no sabemos bien con cuáles fines, pero la Agencia Federal de Inquisición Pública -Afip- seguramente se encargará del asunto familiar.
La ante última pregunta de la jornada, quedó a cargo de otro argentino que quiso saber qué opinaba la Presi respecto de la responsabilidad social de las empresas, a lo cual Cristina afirmó que en nuestro país pica en punta este tipo de conceptos. Si bien no mencionó ningún ejemplo en particular, suponemos que las autoridades de la Barrick Gold se habrían sentido orgullosas de ser mencionadas en la exposición cristinista. Finalmente, luego de que un estudiante desperdiciara el último cartucho al preguntar sobre la cagada a pedos a los funcionarios del gobierno nacional, Cristina saludó y se retiró del edificio educativo, dejando de garpe a toda la comitiva que esperaba para agasajarla por su visita a Harvard. 

Es más que obvio que Cris no se esperaba este tipo de intercambios, y hasta lo dejó bien en claro un par de veces a lo largo de su charla. Desde este hemisferio del planeta, somos varios los que disfrutamos de ver cómo un grupo de pibes hacía lo que nadie pudo hacer hasta el momento: correrla a Cristina por sus flancos más débiles. Se ve que contar con una juventud comprometida políticamente, sólo vale si esos muchachos se ponen a disposición de Cristina para llevar adelante la liberación, vaya a saber uno de qué. Porque cuando aparecen algunos dispuestos a cuestionar cualquier cosa -¿Acaso no es el cuestionamiento un rasgo propio de la juventud?- de pronto aparece el sentimiento clasista propio del complejo no resuelto de haber sido una niña críada en Tolosa y no en Toulouse. Así, los chicos que conforman la esperanza de la clase dirigente, se convirtieron en un puñado de niños bien cuyos papis pueden pagarles la facultad en el extranjero -como Florencia Kirchner- y la casa de altos estudios por la cual Cristina se meaba, pasó a ser un criadero de gorilas y centro de formación golpista. Y todo por que en vez de preguntarle por la asignación no universal por hijo, el plan de intenciones de viviendas, o el sistema de cooperativas de trabajo, se les ocurrió averiguar sobre otras cosas vinculadas a la libertad. 
Cristina mal interpretó todo y supuso que los ataques venían gracias a campañas en el extranjero montadas por medios opositores. Ella, que tanto habla del futuro y las nuevas tecnologías, aún no entendió de qué la va esto de la comunicación inmediata de la noticia, sin necesidad de esperar a que llegue el diario a las seis de la mañana, y con sólo contar con un celular con acceso a internet o con contactos que manden un mensajito de texto. Para la Presi, nadie tuvo en cuenta sus grandes logros, y el alumnado desperdició la oportunidad de hablar con ella, y todo para dar vueltas en torno a la libertad de expresión y el derecho a la información, uno de los condimentos necesarios de la libertad. El choque es entendible. Si Cris le diera un cachito de bola al derecho a la información pública y a la libertad de disentir, ninguna de las preguntas que le hicieron hoy, habrían tenido sentido. Pero esto es lo que pasa cuando se cree que las distintas libertades no son tan importantes como cualquier otro logro gubernamental.

Viernes. Casualmente hoy es el Día Internacional del Derecho de Acceso a la Información Pública. Lindo homenaje le rindió la Presi.

Publicar un comentario

0 Comentarios