A río revuelto...

Recientemente he notado que una gran cantidad de conciudadanos se atoran con las noticias que parten desde la presidencia. 
Cuando digo se atoran quiero decir que se atragantan, reciben más de lo que pueden procesar, la vesícula les entra en perpetuo estado de alarma y el hígado comienza a dar patadas a más no poder.
Lógicamente tres cadenas nacionales por semana se corresponden con una sobredosis de bilis que únicamente un ser humano con ocho estómagos y posibilidad de regurgitar para volver a masticar las pre digeridas noticias presidenciales puede soportar.
Como no conozco a ninguno que pueda hacerlo resulta mucho más frecuente recurrir a la maniobra de Heimlich para salvar a cualquier ciudadano que intente tragarse alguna de las mentiras presidenciales.
Lo que le quiero decir para su seguridad personal o salud general, es que siempre hay que dudar cuando a uno lo bombardean con tantas gansadas, todas juntas, porque seguro están tapando algo mayor, mucho más grande. Como hacían las Juntas Militares con el mundial 78, por ejemplo y para que me entienda.
Cuando su presidente le dice por cadena nacional que los barra bravas del futbol argento son carmelitas descalzas y en realidad los quilombos parten desde la platea copada por la oligarquía futbolera, seguramente a usted le picará el bichito de la duda.


Cuando su presidente le dice por cadena nacional que Lanata miente, Bonelli cobra por las noticias pero los Wirtz, 6.7.8, Sandra Russo, Osvaldo Barone, Victor Hugo Morales, Tiempo Argentino,  Página 12, América, Canal 9 y todas la radios nacionales le dicen la verdad porque están pagados con su plata y son Nacionales y Populares, usted seguramente dudará más.


Cuando su presidente le dice por cadena nacional que las salidas de los presos para asistir a actos político-culturales de La Campora o de Vatallón Militante están bien y son legales, y si encima se lo dice desde el salón de Las Mujeres, una mujer, cuando uno de los que salieron es un asesino de género, es decir mató a su mujer y diez días después de la condena está tocando la batería en un concierto kirchnerista, usted seguramente dudará un poquito más y sentirá una puntada en el lado derecho.


Cuando el puterio presidencial se centra en armarle un paro de subtes interminable al jefe de gobierno de la Capital Federal para sacarlo del medio y encima con dinero de sus impuestos se paga un spot publicitarios en su contra, usted duda más y se le ocurre mudarse a Uruguay para hacer la digestión más tranquilo.


Si con medidas clientelares su presidente le restringe a los gobernadores el acceso al dinero que les corresponde para poder así dominarlos e imponer a los amigos en los negocios asociados al juego, usted festeja cuando el gobernador se les adelanta dos posiciones y les bloquea el juego, pero se queda esperando el puntinazo en la panza que algún Mariotto intentará meterle.


Lamentablemente por el otro flanco y para defender lo indefendible, se intenta que todos paguemos una imprenta que pertenece a los testaferros del vicepresidente y que no necesitaríamos si se decidieran a imprimir billetes de 500 (y de paso aceptar la inflación), cosa que la Casa de la Moneda puede hacer sin recurrir a extraños y mafiosos tratos budenses de impresión. Usted seguramente se marea más, vomita el almuerzo y queda de cama con una gastroenteritis galopante.


Pero no se engañe, no es que la presidente tenga incontinencia verbal (aunque algo de eso hay) es que embarrando la cancha puede dedicarse a otros asuntos más importantes mientras lo tiene a usted entretenido puteandola a más no poder, cuando lo realmente importante ella lo está cocinando en la oscuridad sin que usted se haya dado cuenta.
Cuando los K quieren algo lo hacen en secreto. Fíjese sino cuando querían llegar a la presidencia. No había ni una declaración, ni un discurso, menos que menos un debate público. Los especialistas en marketing les habían dicho que con la boca cerrada era más probable que ganaran porque si la gente llegaba a saber como eran en realidad no los votaban ni las marmotas del zoológico. 


Cada vez que están cocinando algo se vuelven más buenos que Lassie o arman más quilombo para distraer. Hoy La Conti, (quilombera si las hay) dejó de robarles el sueldo a sus empleados y en la oscuridad se aboca a manipular la ley para lograr una modificación de la Constitución que permita la re-re-reelección presidencial al mejor estilo Chavez o Fidel... O el mismísimo presidente de Angola... O Kadafi... o cualquiera de los amigos anti democráticos y totalitaristas que tiene la señora presidente.


Yo le pido y recomiendo que no se atore con la información. Es pura carne podrida para que usted se sature y mande la política a la mierda. No deje que le borren el interés por sobredosificación de datos. 
Estoy leyendo a muchos autores de blogs que en medio de su propia indignación comienzan a mezclar peras con bananas. El peligro es que quien los lee se cansa de tanta mezcla problemática y finalmente pierde el interés permitiendo que los K sigan haciendo lo que quieran en las sombras.
La ausencia de interés, vale la pena remarcarlo, es tan peligrosa como la adhesión incondicional a un proyecto.
Tal vez si quitamos lo banal y nos quedamos con lo importante, en las próximas elecciones hagamos un mejor uso de nuestros votos y podamos nivelar las cámaras para que los temas tengan debate real y las medidas sean concensuadas en lugar de impuestas por un mandamás superior que nos oculta la realidad tras un muro de escándalos fabricados ex-profeso para nuestra distracción.

Taluego.

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