La plaza de Moyano - RDP


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La Plaza de Moyano

Ya no doy más. Suponía que este año se venía divertido, pero jamás me esperé esta fiesta permanente, día a día. La Presi, que hizo mutis por el foro durante todo el conflicto de la semana pasada, reapareció recién el sábado para condenar el "golpe de Estado" en Paraguay. Se ve que es selectiva a la hora de encarar las prioridades y prefirió opinar sobre la política de otro país, antes que atender el incendio que se desataba en su propio rancho. El procedimiento de juicio político de paraguay será más rápido que Claudio Paul en sus años mozos, y sospechamos que un poco carente de garantías, pero si la Constitución de Paraguay lo permite, no es un golpe de Estado. Más allá de eso, da la sensación de que si los campesinos muertos hubieran caído en Chile, estarían expulsando a Piñera del planeta Tierra por facho genocida. Lugo, en cambio, era un Obispo que se encamaba con feligresas y les hacía pibes de puro jodón, dado que no los mantenía y se hizo cargo cuando la justicia se lo impuso, y que desde el poder mandó a reprimir salvajemente al campesinado. Encarna lo peor de lo que se le critica a la Iglesia, pero es de izquierda. Pensé que con tamaño arranque delirante, Cris ya habría canalizado su bronca, pero me equivoqué.
El martes la Presi mandó una cadena nacional para criticar tantas cosas que ella también hizo, que por momentos parecía que hablaba de sí misma en tercera persona, como Román. A los abuelos les contó de las injusticias cometidas por los usureros que se aprovechaban y les cobraban el 159% de interés. Para solucionarlo, lanzó una tarjeta de crédito para jubilados -Argenta- con la cual los gerontes de la Patria podrán comprar con descuentos aún no determinados, una serie de productos tampoco especificados, en locales que todavía no definieron. Las cuotas serán con interés, más bajo que el del mercado, pero con interés al fin. Sabiendo que los fondos vienen de la Anses, la ecuación nos dice que los viejos pagarán intereses por usar la plata que aportaron durante cuarenta y pico de años. Para el 82% móvil no hay, pero como tampoco alcanza para pagar la fiesta y la Anses ya se está secando ¿Quién mejor para refinanciar la joda que los mismos viejos? Negocio redondo disfrazado de benevolencia.
Luego de anunciar que el primer sorteo de viviendas entre todos los desesperados se llevará a cabo el mes que viene, habló maravillas del Primer Ministro de China, aunque se le pasó eso de las libertades democráticas y derechos humanos que tanto mencionó al referirse a Paraguay. Pero como Cris dijo, estaba "ambivalente" y se le piró para el lado que más nos entretiene.
Después de putearnos porque se tuvo que venir de Brasil por culpa de una huelga de Camioneros, se calentó mal porque murieron siete gendarmes que habían mandado a Chubut para reprimir una toma. Aclaró que los tuvieron que sacar de sus tareas específicas en la ciudad de Rosario -¿estaban protegiendo la frontera que divide a Rosario de Granadero Baigorria?- con el objeto de mandarlos a Chubut, para luego decir que se mataron camino a Mendoza, por culpa de un camionero. Después se calentó porque hay sectores gremiales que se desprenden inorgánicamente por revoltosos, como si todos tuvieran que agachar la cabeza ante una conducción inútil, y terminó lamentándose por lo poco que le pagan los marcianos negreros a los pobres gendarmes de la Patria.
El cuentarevoluciones ya estaba en rojo y la Presi la encaró contra los que se quejan por el "Impuesto a los Altos Ingresos" -sic- mostrándonos datos de un país distinto al que nos cuenta a menudo, refiriendo que sólo hay nueve millones de trabajadores registrados y que, de ese número, "sólo el 19%" paga ganancias, agregando que hay un estimativo del 32% de trabajadores en negro. Lo interesante del asunto es que nos demostró que no le mienten, que no le ocultan la información, que no la asesoran mal, sino que ella es plenamente consciente y nos verduguea descaradamente con versos del poder adquisitivo y de los salarios "a idénticos niveles de 1974." Si el 19% paga ganancias -y suponiendo que todos los trabajadores están casados y tienen dos hijos- quiere decir que el resto de los trabajadores registrados no llega a fin de mes sin cortar clavos con el ocote, con una canasta real que ya ronda los seis mil pesos y los alquileres por la estratósfera.
En pleno delirio dijo que, como es peronista, cree en el "fifthy-fifthy", para luego reivindicarse como buena gorilona y quejarse de que los médicos cobran menos que los trabajadores por culpa de los sindicatos que extorsionan a la sociedad. Esto ya era de por sí extremo, pero la Tolosanian Girl, recién arribada de otra galaxia, afirmó que "no se puede hacer socialismo con la plata ajena y después llamarse peronista." Y lo dijo en el mismo acto donde anunció una tarjeta de crédito con nuestros aportes y  una rifa de viviendas construidas, también y para variar, con nuestros aportes. 
Al borde de romper biela, la Presi nos contó de todas las empresas que reciben subsidios para no despedir gente, demostrándonos que somos todos estatales, sólo que algunos no se dieron cuenta, y nos recordó que tenemos el salario más alto de Latinoamérica, como si ese factor no fuera una constante desde 1860 a la fecha. A título personal, me importa un choto cuánto gana el barrendero de Sucre, el tachero de Caracas o el cagatintas de Cuzco. Vivo en Buenos Aires, Argentina, con una historia de clase media fuerte, donde los laburantes rasos tenían casa propia, un auto en la puerta y un rancho para vacacionar o rascarse el higo. Para mí, no es consuelo saber que gano más que el plomero de Guadalajara, cuando no tengo la historia familiar, ni el contexto cultural, ni las pretensiones de ese buen hombre. Nací acá, crecí acá, vivo acá y quiero tener el poder adquisitivo que mi esfuerzo se merece, sin tener que pedirle disculpas al Estado por querer hacer con mi plata lo que se me cante. Pero esto es lo que pasa cuando se compara el crecimiento económico con el de Europa y los salarios con los de Bolivia: te surgen ideas delirantes que te llevan a afirmar que "en Europa no se cierran aumentos por el 20%" y omitir que en Europa no hay una inflación del 30% anual. 
"Por eso lo que deben cesar son las operaciones, porque esta Presidenta no es operable, no por lo menos políticamente. Sí físicamente, me falta una glándula. ¿Cómo se llama que no me acuerdo nunca? Tiroides. Es una negación, eso en psicología se diría negación."
Finalmente, largando aceite y agua por la tapa de cilindros, la maquinaria presidencial nos reescribió la historia de algo que pasó hace no más de diez años, acusando a los diarios de haber festejado las muertes de Kosteki y Santillán. Lo que no mencionó es que fueron esos mismos diarios los que aportaron las pruebas para que apresaran a los canas. El poder político hizo el resto, impunidad de gobernadores y funcionarios actuales inclusive. Avisó que le duele la ausencia de Néstor y amenazó con que vendrán por la mano de obra barata cuando ella ya no esté. Saludó y se fue con cara de culo a prepararse para la inauguración más grande del año, un evento digno de la altura de la gran Estadista: una chanchería en un pueblo de 350 habitantes, y que ya había sido inaugurada un año atrás.

A la Plaza llegué tempranito y ya estaban los parlantes pasando AC/DC, Manal y Pescado Rabioso para amenizar la espera. Debo confesar que con tamaña cortina musical, si no fuera por la humareda de los puestitos choripaneros, habría pensado que me equivoqué de acto. El paisaje pintaba a evento peruca de entrada, aunque con notables diferencias. No es que le tenga rechazo a los morochos -si fuera así, estaría afiliado a otro partido, convengamos- pero no es lo mismo ver a la gronchada sudorosa y laburante, que a los acarreados de la corriente cristinista del afroconurbano: los primeros son los que le levantan el ánimo a lo guaso hasta a la mina más fea chiflándoles desde la cabina de un Scania mientras labura, los otros son los que te manguean para la birra, el faso y el alto guiso. Podrá ser muy básica, pero esa es la esencia de la diferencia: no es lo mismo un laburante que un mantenido con la nuestra.
La primera columna que llamó la atención fue la de la Juventud Sindical de Facundo Moyano, que portaban una bandera que hizo calentar por igual a los camporitas y a los viejos peronistas, aunque luego 678 quiso dibujar como "una disidencia con Moyano". Sin embargo, se la perdonamos porque vinieron acompañados de la Agrupación Culos Peronistas -que no entiendo como todavía no tienen un sindicato propio- para deleite de la muchachada que venía detrás. Entre las curiosidades del evento, llamó la atención una bandera de adhesión gigante colgada por la Asociación de Empleados Fiscales e Ingresos Públicos, o sea, la monada de la Afip, y un grupo de personas con cacerolas y cucharas de madera. El único hecho cercano a la violencia que se vivió, se debió a un forcejeo horas antes del acto. Pensamos que se debió a la ortiva negativa de los compañeros Cerveceros de traerse algunos tubos, pero sólo se trató de un escaramuza por acercarse al palco.



Como a la Presi se le ocurrió hablar a la hora que había anunciado Moyano, el comienzo del acto se dilató unos minutos que alcanzaron para escuchar frases maravillosas provenientes de San Luis: "Cuando los veía ahí chiquitos a los cerditos que me llevaron, me hacían acordar a Babe. ¿Se acuerdan de la película? Me daba cosita". "La vaca también es simpática, la vaca da la leche". "Porque es como dice refrán 'cada lechón en su teta', pero sin embargo se peleaban entre ellos ya por cuestiones de liderazgo, así que, como verán, los chanchitos son muy parecidos: hay unos chanchitos más lindos, otros más feos, pero bueno todo chanchito está feliz." Si sobrevive a la sobredosis de ansiolíticos de ayer, no se muere más.
El acto en la plaza se inició con el Himno Nacional Argentino -original style- y luego de recordar a los 51 fallecidos en el desastre del tren Sarmiento, se dedicó un minuto de silencio a los siete trabajadores del arenero hundido hace dos meses, "trabajadores de los que la Presidenta nunca habló". El discurso fue dilatado, cargado de frases que son difíciles de escuchar en el resto de la oposición anodina y tibia. Quizás sea eso lo que tentó a los que siempre miraron de coté al sindicalismo: Moyano es el único que le dijo a Cristina que es una soberbia, que con la dictadura se fue a hacer guita al sur explotando la usura bajo el amparo de Martínez de Hoz, que todo el que se gana el mango honestamente es un laburante, aunque se trate de un comerciante, un empresario, un administrativo, un médico, un gendarme, un camionero, un docente, un telefonista o un policía. Y se lo dijo en la Plaza de Mayo.
Le respondió a Cristina varias veces, algunas directamente, y otras con tiros por elevación, como cuando le revoleó el peronómetro por la cabeza al decir que al mirar la foto de la nota de 1974 -en la que decía que la Juventud Sindical salía a cazar Montoneros- lo único que ve es que estaba más flaco, más joven y con menos canas. Mientras la monada cantaba "yo no soy golpista, soy obrero peronista", el Negro acusó al gobierno de criminalizar la protesta, de explotar a la clase media y de nunca hacerse cargo de la vivienda del laburante, que vive hacinado, en una villa o, en el mejor de los casos, trabaja para pagar el alquiler. También afirmó que la ayuda social es necesaria, pero no es trabajo digno, que un reclamo laboral no es un intento golpista sino un acto amparado por la Constitución Nacional, que espera que entre los subsidios pagados con ganancias no estén los bingos y casinos, y que no se puede discriminar a cuál trabajador darle asignación familiar y a cuál no.
Si bien llevé el celu, saqué pocas fotos por una cuestión de paranoia. No es que entre compañeros no nos respetemos, pero el lugar estaba lleno de peronistas. La pasé muy bien, me reencontré con compañerazos de otras épocas, amigos de toda la vida y hasta pude darme el gusto de volver a la Plaza con mi viejo, que además de putear por el descuento de ganancias en la jubilación, es un buen peronista. Lo que opino de Moyano, ya lo saben -y lo pueden consultar en la entrada anterior- pero ayer viví algo más que un quiebre: ayer vi un montón de trabajadores de sindicatos que hacía más de una década que no coincidían en pensamiento y accionar. Ayer vi un montón de personas independientes y de ideologías ajenas al peronismo hermanarse en sonrisas cómplices con gente que hasta hace no muchos meses, se puteaba. Ayer vi un acto como hacía mucho, pero mucho tiempo que no vivía.
Y a los militontos y demás afiliados a la agrupación La Justificadora, les ahorro la puteada fácil, la chicana barata y la especulación: fui con la columna de las 62 de Venegas y en la plaza me sumé a los Camioneros, se me puso la piel de gallina al ver a los viejos gritando "Saúl Presente", aplaudí cuando mencionaron a Lorenzo Miguel, puteé a Cristina y volví a aplaudir cuando Moyano pidió respetar a las autoridades policiales, calificando a las fuerzas de seguridad de "instituciones". Si les parece demasiado facho, vayan a leer el Manual de Conducción Política y La Comunidad Organizada, y luego acérquense al psicólogo amigo con una foto de Perón vestido de uniforme militar, que esto no es un centro comunitario de terapia ni yo tengo matrícula para curarles el trauma de no saber dónde están parados.
Va con onda.
Miércoles. "El salario no es ganancia ni el país es tu estancia." Lejos, la mejor frase de la jornada de ayer.

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