La carta de Lanata a Cristina por Página/12



lunes, 04 de junio de 2012
 
 Jorge Lanata en su edición del domingo de Periodismo Para Todos, que se emite por Canal Trece (aquí se puede ver sólo por DirecTV) leyó una carta dedicada a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

El motivo fue que en el acto homenaje a los 25 años de la fundación de Página/12 Lanata fue omitido. En el discurso que brindó la Presidenta no lo mencionó y es él el fundador del diario.

Anoche, Lanata repudió esta actitud y lo expresó con una carta abierta. Antes de leerla ironizó “Parece que ahora fue Moreno el que fundó Página/12”.

A continuación, la carta completa:

Sra Presidente

El miércoles a la tarde me preguntaron en un reportaje de una revista qué tres cosas me gustaban de usted. Dije que me gustaba su audacia, su inteligencia, y el hecho de que usted parecía convencida de lo que estaba haciendo. Aclaré que eso no cambiaba el hecho de que yo pensara que usted se equivocaba.

El miércoles a la noche me dí cuenta de que el equivocado era yo. Y me dí cuenta después de escucharla en el acto del vigésimo quinto aniversario de Página/12, celebrado en la ex ESMA.

Yo fundé el diario Página/12 el 26 de mayo de 1987, y lo dirigí durante los primeros diez años de esos veinticinco. Y el miércoles fui testigo de algo que conocía pero que nunca había sufrido en carne propia: fui víctima de cómo el gobierno reescribe la historia como quiere, saca y pone personas de la foto a su antojo, como hacian los soviéticos durante las purgas.

Me parece, sra presidente, patético y triste que me hayan convertido en el primer desaparecido de Página/12. Usted se llena la boca hablando de la identidad, el origen, de los derechos humanos. Y no respetó ni mi identidad, ni mi origen, ni mis derechos.

No estoy sangrando por la herida, señora, ni necesito un diploma. No es la primera vez que censuran mi nombre en Página/12 desde que me fui de ahí, hace muchos años. Soy, para muchos de los que se quedaron en el diario, un testigo molesto. Lo entiendo. Usted estaba, el otro día, rodeada de un ex vendedor de camisas y un pequeño abogado. Cada uno elige a sus compañías. Pero lo patetico y triste era ver ahí a la presidente de la Argentina tratando una vez más de reescribir la historia a su medida y a su gusto.

Quiero decirle, señora, que no se puede. Que no es una cuestión de poder o plata, dos cosas de las que usted goza. Señora, nunca lo hace, pero salga a la calle sin el helicóptero o la custodia y pregunte por ahí quien fundó Página/12. Pregúntele a los miles de estudiantes de periodismo de esos años, a otros periodistas, a los políticos, a los que entrevisté, a los que me hicieron demandas, a los que leyeron mis notas, a los que me insultaron y a los que me aplaudieron. Pregunte.

Quiero decirle con respeto que no solo la situacion del otro dia fue patética. Usted fue patética. Es usted patética cuando trata de tapar el viento con la mano. Cuando cree que su poder va a durar siempre en un edificio que se tambalea de mentiras.

Señora, no voy a permitir que ni usted ni el diario que fundé me desaparezcan. Estas palabras no tienen ningún interés politico. Le estoy pidiendo que me respete como persona, que respete mi pasado y mi identidad y que respete mi presente. No es esta una cuestión de egos ni de logros. No necesito Página/12 para ser quien soy, pero Página/12 sí me necesita para haber sido lo que es.

Aunque yo sienta en los últimos años que Página/12 ya no está y se transformó en un boletín oficial servil. Tenia pegado en un corcho de mi escritorio este cartel. Es el primer cartel del diario, que anunciaba su salida hace veinticinco años, cuando lo fundé.

Vió? En esa epoca, cuando empezábamos, salíamos de martes a sábado. Decía “el diario sin desperdicio”, porque tratábamos de hacer una virtud de la escasez: no teníamos plata para comprar papel.

Este cartel es uno de los recuerdos físicos más antiguos que tengo de aquel diario que fundé. Voy a romperlo en honor de su mentira. Ahora ya no lo tengo más. Lo que me queda de ahora en más de Página/12 esta en mi cabeza y en mi corazón- y en la cabeza y en el corazón de miles de personas.

Ahí, señora, usted no puede entrar, a menos que le demos permiso. Y yo nunca le voy a permitir que usted entre a mentir tambien ahí. Con el respeto que me impone su investidura, pero sin ningún respeto personal me despido

Jorge Lanata 
 
 
 http://www.losandes.com.ar/notas/2012/6/4/carta-lanata-cristina-fernandez-kirchner-646515.asp

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