Niños solitarios y aburridos


Hace tiempo que vengo escuchando a muchos padres que siembran en sus hijos dos preceptos equivocados y dañinos pero muy modernos.
El primero trata de la soledad y el segundo del aburrimiento.
Cuando desde pequeño se siembra en la mente de un proyecto de persona la falacia de que es incapaz de vivir en soledad, se le quita una muy necesaria herramienta de fortalecimiento de su ego. 
El "yo no valgo nada si estoy solo" es un mensaje que tiende a debilitar en lugar de fortalecer. 
Pero no es raro que padres desaprensivos instalen la idea en la mente de sus hijos , tal vez para crear nuevos cordones umbilicales que sirvan como herramienta para evitar su propia soledad.
Claramente hay que motivar a los pequeños a conocerse y quererse a si mismos, sin negar la necesidad de interacción con el entorno, pero fortaleciendo la idea de que solos también pueden tener éxito. De lo contrario el adulto que atraviesa períodos de soledad tiende a desmoralizarse y encerrarse en sí mismo sin ningún propósito o necesidad.
Muy ligado a este mensaje está la fatal idea de que los niños no deben aburrirse. Escuchaba el otro día a la psicóloga Pilar Sordo quién coincide con la idea de que el aburrimiento siempre, o si usted lo prefiere históricamente, ha sido padre de la innovación, del invento, de la creatividad, de la evolución. El aburrimiento es superado por los mecanismos de la inventiva. Lo opuesto al accionar de los padres que sobrealimentan de actividad a sus hijos creyendo que es una obligación paterna el evitar que se aburran.
Yo diría que es una obligación paterna dejarlos que se aburran un buen rato cada día y descubrir con ellos los mecanismos por medio de los que se sobreponen a su aparente abulia. Eso es creación, es alimentar una mente para que llegue a ser brillante.
Hoy los niños se encuentran sobre-entretenidos, pues apenas declaran entre pucheros un "toy burrido" los padres corren a prender un televisor, la computadora, la Play o los llevan a hacer actividades extracurriculares que les ocupen todo el tiempo que tienen libre y que debería utilizar para el "no hacer nada" o el juego. 
Pues el juego es eso, creación de entretenimiento desde la nada para superar uno mismo su aburrimiento, no para evitar que exista. Es parte de nuestros múltiples mecanismos de auto-superación.
Mucho peor que dejarlos consumir comida chatarra, o pegarles un grito de tanto en tanto, es negarles la posibilidad de aburrirse como Dios manda.
Y a partir de allí crear.

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