Lucía Etxebarría y los piratas


Lucía Etxebarría anuncia que deja de escribir "por la piratería" y los internautas lo celebran con mucha ironía.
La escritora española Lucía Etxebarría –que en 2004 ganó los 600.000 euros del Premio Planeta– puso el grito en el cielo la semana pasada porque su novela El contenido del silencio,  se pirateó más de lo que se vendió. Así que dice haber decidido dejar de escribir. “Empieza a ser hora de que me busque un trabajo”, dijo, y muchos lo festejan.
Más allá de la decisión personal, Etxebarría nos hace recordar el miedo que la industria editorial viene teniendo desde hace tiempo: el de que la piratería termine matando a los “productores de contenidos” y la industria se quede sin nada para vender. La descarga masiva y gratuita de contenidos ya ocurrió con la música, claro, pero los músicos capean el aguacero dando recitales y es muy difícil pensar en una salida similar para los escritores. Casi nadie pagaría por escuchar al autor recitar sus poemas o leer alguna novela.
Pero para mí lo que plantea esta señora está muy lejos de la realidad. Aquí todos los autores son pirateados, es casi como una prueba de calidad, pues si el trabajo está a la altura y el precio es el correcto, todos recurrimos a la adquisición de un buen libro. Es más SE AGOTAN.
Las posibles razones para que la gente descargue un libro y no lo compre pueden ser muy simples:

1-El libro no era tan bueno como para comprarlo.
2- No se lo podría regalar a nadie de tan malo que es.
3-El precio es ridículamente alto.

Considerando lo poco del precio que termina en manos del autor, las editoriales son las principales culpables de la falta de ventas.
Por otro lado y recordando la experiencia de Hernán Casciari, autor de numerosas obras de fama y éxito, las editoriales no declaran las ventas reales y se quedan con la diferencia ya que no existe un método de control entre lo vendido y lo pagado al autor. Eso sin contar con las copias "extras" que hacen las imprentas alterando los contadores de las máquinas.

Yo que la señora me fijaría si Planeta o quién esté distribuyendo sus libros no está alterando los números y de paso, seamos realistas, tal vez si nadie la pirateara tampoco se vería incrementada su cifra de ventas. Recordemos que descargar un libro no es lo mismo que leerlo.

Creo que la señora debe reconsiderar como vende su obra. Casciani ha hecho escuela e incluso ha regalado sus libros desde su blog en descarga directa sin ver afectadas sus ganancias.

No es porque sea argentino, pero creo que habría que aprender de él.

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