La mentira social en Navidad

La frase del título, así como deseo tirado al viento, me quedó en el subconsciente luego de un episodio del Show de Dick Van Dicke. (Ver) No, no hace falta que se esfuerce en recordar la serie, ya es un capítulo de los libros de Paleontología pues pertenece a la era del sueño americano de fines de los 50´y principios de los 60´.
No recuerdo bien si era que el hombre de la casa había comprado un regalo de Navidad para su hijito (algo así como un robot alienígena) que debía decir Feliz Navidad al presionar un botón, pero que por defectos de fabricación solo decía Feliz Naviduñus, o se trataba de una invasión de extraterrestres con problemas de dicción.  A partir de allí se desplegaba toda la maestría para generar una comedia inocente desde la nada. ¡ Eramos más pavos cuando yo era chiquito !
En mi caso el Naviduñus es una forma de hacerle una gambeta a la mentira social en estas épocas de edulcoradas relaciones humanas. Así que sin tener que mentirle ni un miligramo, le deseo que pase una Feliz Naviduñus y usted  piensa que escuchó mal y me voy lo mas campante y satisfecho.
No digo que esté mal colaborar con esa mentirijilla Flanders de la Feliz Navidad para todos que la mayoría utiliza por convención y que nos hace la vida mucho más pasable aunque un poquito mentirosa. No, que va, lo que pasa es que como que me aburrió.
La mentira social por lo general pasa desapercibida en el idioma de lo cotidiano hasta que algún inadaptado (social) nos hace notar que andamos en falsa escuadra. Y con ello quiero decir que a los primeros a los que les mentimos es a nosotros mismos.

-No sabés lo bien que me llevo con mi hijo- decía Marta mientras discaba el número en su celular- Somos re-compinches. Él me cuenta todo y siempre quiere que vayamos juntos a todos lados... !Hoolaa mi amoorrr ¡¡ - le grita al teléfono con el hijo al otro lado- Ufa Má !!! - se escucha al energúmeno por el audífono- ¿No me podés dejar de romper las pelotas un poco?.
-¡No es un amor?- dice Marta mientras traga saliva
La verdad que no, digo yo.

Lo que pasa es que ella TIENE que llevarse bien con el hijo porque es el hijo, está obligada, tiene que amarlo, de otra manera se cruzaría de vereda y no le dirigiría la palabra en su puta vida, pero el retoño no siente la necesidad de frenar su verborragia desamorada y mentirigir un poquirigillo su cariño momentáneo ya que resulta ser un tipo mucho más cool entre sus pares, en la medida que basuree más y mejor a la futura ancianita que sacrificó sus mejores días en busca de obtener una pelusita de su amor malsano.
El pibe aún no sabe lo que es la mentira social y lo bien que le hace a nuestras almas. Ya la va a necesitar, no se preocupe, a todos nos llega el momento de bajar el copete. Pero aún si lo supiera no está en época de darle importancia o siquiera imaginar lo necesarias que son.
Aunque yo a esta altura de mi vida ya no deseo FELIZ NAVIDAD en forma gratuita a todo el mundo, si lo hago por Facebook como irónica alegoría. Total, toda esa gente que tengo enlaza allí, vive escribiendo y leyendo pavadas y mentiras a lo largo de todo el año. Incluso las mías.
En cambio se lo digo con todas las letras bien ubicadas y el sentimiento, a quienes de corazón me han acompañado durante mi año, pues tal como me dijera alguna noviecita abandonada en otras tierras, acordarme de saludarla para su cumpleaños no significa que la recuerde.
Disculpe si se siente atacado, no tengo nada contra usted, pero tampoco uno se va a creer todos los mensajes de salutación que recibe por estos días ¿no? Es una onda muy modernosa donde escribimos un mismo texto o colgamos una misma imagen y la enviamos con copia oculta a todos nuestros contactos.
Otra cosa era cuando uno recibía una carta con tarjeta por correo. Allí se sabía que la otra persona había ido a comprar las tarjetas colaborando con alguna obra de caridad, había escrito de puño y letra su mensaje (escribir manuscrito es casi un acto de amor por sí mismo), había redactado tal vez una carta acompañando la tarjeta y se había tomado el trabajo de ir hasta el correo y pagar para que nos llegase a tiempo. Eso tiene su valor, aún cuando no lo haya hecho nunca en el resto del año, o sea, en los 364 días que no son Navidad.
Déjenme de joder un poco con las redes sociales y los que me piden que ingrese el día de mi cumpleaños para que el sistema les avise y mande un saludo automático.
Esos sí que Feliz Naviduñus, es lo único que se merecen.
Por otro lado, el desearle felicidades a desconocidos no es muy de mi estilo. En realidad me importa un reverendo carajo que alguien la pase mejor que yo para las fiestas, pero es políticamente correcto que le desee eso al mundo entero, hasta me hace parecer un ser humano. Ojo, pásenla bien, no digo que les desee algo malo, no, no, no... pero tampoco los quiero tanto como sacrificar un poco de mi felicidad para que ustedes tengan un poquito más. Si hay 10 de felicidad, yo la quiero toda u 11 y de usted ya ni me acuerdo. Total, tal vez sea un visitante más de esos que no regresan o ni siquiera se ponen como seguidores, pero que gustan de pasar a mirar un abundante escote.


En realidad este año voy a desearles a todos que "Dios les otorgue el doble de lo que me desean a mí" (sobre todo después de escribir este cínico post), nada original, por cierto, pero es cuestión de evitar que por ser políticamente incorrecto me lluevan un montón de maldiciones a mi solito.
Eso sí, a los niños pequeños les deseo lo mejor, con alegría e ilusiones como las que tuve en algún momento de mi vida, pero a los grandes y pelotudos, para que nos vamos a engañar, seguro que se agarran a las piñas con la familia por cualquier pavada, ya que como no los vieron en todo el año porque el tiempo nunca alcanza para los afectos, ahora les resultan una manga de desconocidos a los que quiere mandonear incluso eligiendo el menú de la cena.

Mire, le tiro algunas sugerencias para que pase bien la navidad con su familia.

Use y abuse de la mentira social, pues resulta que es la única mentira que aún cuando es detectada, el receptor prefiere aceptarla a tener que  enfrentarse con la realidad. 

Mire a ese cuñado que no se banca y que siempre anda alardeando de todos los negocios que realizó sin usted y dígale con su mejor sonrisa y los ojos enamorados:
-¿Vos sabés como te admiro? Desde chiquito para mí eras Superman.

Agarre por los hombros a su hermana mayor y estámpele un beso en cada mejilla mientras le dice:
- Sos un amor, siempre pendiente de los demás. Vos te merecerías toda la suerte del mundo.Sos nuestra segunda mamá...

Al novio de la nena que lo tiene podrido con sus estudios y diplomas, pero nunca lo acompañó ni a la cancha, dígale pasandole el brazo sobre el hombro:
- Si la gente tuviera la mitad del cerebro que Dios te dió, el mundo sería un Paraíso, querido....

A la novia que dejó plantada apenas comenzó a subir de peso, tómele la mano entre las suyas y dígale mirándola fijamente a los ojos:
-Justo, justo estaba pensando en vos. Me leíste la mente.

Al compañero de la secundaria que no se banca pero siempre lo llama para saludarlo en las fiestas dígale con tono alegre:
-Te estaba por llamar. A ver cuando nos juntamos con la familia , che. Que no se corte.

A su hermano mayor que nunca le habla hasta que hay que dividir los gastos de la fiesta, tómelo con ambas manos de los hombros y abrácelo mientras le dice:
-Somos familia, che, casi como hermanos.

A la vieja, que se pasó tres días con el horno prendido preparando las comidas mientras afuera hacía 38 ºC, y a la que nadie fue a visitar para darle una mano, dígale:
-Estas fiestas sin vos no serían lo mismo, viejita linda.

Si su ex le manda un mensaje para saludarla por las fiestas, escríbale...
-Los chicos siempre me preguntan por vos...

A la que decoró toda la casa con cuanto material inflamable había, cuestión de que pareciera nieve real dígale:
-Es la época más feliz del año...te has lucido...vos si que entendés la Navidad

A la Doña Petrona frustrada que siempre trae algo que nadie toca ni con el pensamiento, dígale:
-Que rico te salen los sesos al vino tinto, genia...

A la primita fea que por más que lo intenta no deja de parecerse a Iggy Pop tómela por la cintura y dígale al oído:
-Si Dios no te hubiera creado habría que hacerse ateo...

Al vago de su tío que se la pasa todo el año tirado en el sillón mirando la tele dígale..
-Nadie podría hacer lo que hacés como lo hacés vos...(¿?)

A la sobrinita que no ha encontrado su vocación y la familia la anota en cuanto curso existe, dígale:
-Lo tuyo es maravilloso...diosa

Al pariente músico que hace sangrar sus oídos con melodías que solo él entiende, dígale:
-Sos un artista...capo...

A su pareja y preparado a esquivar el golpe, dígale con un abrazo y beso apasionado:
-No podría vivir sin mi dosis diarias de vos.

Al que se pagó todos los fuegos artificiales y sigue pidiendo que alguien le colabore con el gasto, dígale:
-Después de hacerte Dios rompió el molde...hermano...pero no tengo cambio...

Espero pasar estas fiestas apenas un poco mejor que usted, no se enoje, eso sí, que me traigan muchos más regalos y la comida y bebida sea mucho más rica y abundante en mi casa que en cualquier otra parte.
¿Para qué le voy a mentir? ¿Quiere que sea un falluto?
Usted puede desear lo mismo ¿no? Está en todo su derecho. Es más, en realidad es lo que piensa cada vez que le desea a alguien Feliz Navidad siguiendo simplemente una costumbre carente de sentido. Porque si lo que quiere es celebrar la Navidad, vaya hasta la iglesia Católica más cercana y participe de la misa.
Todo lo demás se trata de convenciones sociales que nada tienen que ver con con la natividad, necesarias, cierto, pero que si nos faltan nadie echará de menos.

Y no me vayan a decir que les gustó este post ¿eh? Ojito con las mentiras piadosas, que después de todo yo a usted no le voy a hacer ningún regalo.

El Grinch.



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